Veracruz | 2024-10-21
En medio de la transición estatal, en la Secretaría de Educación de Veracruz no faltan los oportunistas que a pesar de todas las acusaciones que traen encima, principalmente por hechos de corrupción, pretenden seguir succionando a costa del erario para acrecentar su enorme fortuna.
Estas bombas pretenden ser heredadas a la nueva titular de la dependencia, Claudia Tello y a la gobernadora electa, Rocío Nahle, tal es el caso del hasta ahora titular del Seguro Magisterial (SSTEEV), Francisco Pérez Carreón.
El polémico personaje tiene entre otras linduras la creación de una nueva agrupación sindical donde formuló todo tipo de negocios y acuerdos a modos en perjuicio del organismo, pero en beneficio personal, que culminará con la asignación de una plaza de base sindical para sí mismo.
Entre otras corruptelas por la desmedida ambición que le caracteriza, Pérez Carreón, según las versiones, parece estar agitando el pandero para que los sindicatos se manifiesten y metan ruido en sus protestas en contra de las futuras funcionarias de la misma 4T a la que sirve el deshonesto servidor público.
Mañosamente se articularon componendas a modo entre el SSTEV y el gremio sindical SUTSSTEEV, que comprometen la permanencia de este organismo, el cual tiene de fondo haberlo fabricado para beneficio incluso de un familiar indirecto de Pérez Carreón.
Y resulta que de acuerdo a la cláusula 12 en el párrafo cuatro del convenio entre ambos entes, con fecha 26 de enero de 2024, se establece: “los trabajadores de base así como los de confianza que ocupen las jefaturas de Departamento y Unidad, sólo podrán ser removidos del servicio por incurrir en las causas (…)” y agrega que: “la relación de trabajo no podrá extinguirse por determinación unilateral de la representación patronal del Seguro”.
Es obvio que de esta manera se amarra a la parte patronal en un desventajoso contrato para el sindicato esquirol.
Por si fuera poco, se determina que: “el incumplimiento del párrafo anterior generará el derecho en favor de los trabajadores de base y de confianza señalados de ejercer las acciones de indemnización de tres meses de salario o reinstalación”.
Este ventajoso personaje ilusamente ha pensado que así pondrá en jaque a la gobernadora Nahle y a la secretaria Tello, puesto que en la interpretación de que el director(a)-gerente que deberá nombrar la Ejecutiva estatal en el SSTEEV, a partir del 1 de diciembre, llegará con las manos atadas.
Entre otras cosas, por ejemplo, no podría nombrar a jefes de Departamento y de Unidad, ya que el sindicato blanco y Pérez Carreón así lo pactaron con la complicidad del Tribunal de Conciliación y Arbitraje, representado por la secretaria de Acuerdos, Rocío Victoria Zavaleta Villate.
De tal forma, que esta sospechosa permisibilidad de la autoridad laboral le instruye al o la nueva titular del SSTEEV a que, si requiere remover a estos jefes de área, tendrán que ser indemnizados por la nada despreciable cantidad de tres meses de salario y sus prestaciones respectivas que, tras seis años de servicio, son onerosas y representan un daño irreparable al patrimonio de los maestros al servicio del estado y de la Universidad Veracruzana.
Lo anterior, cuando se supone que todos estos puestos en cualquier dependencia son de confianza y por ningún motivo deben ser plazas sindicales contratadas, lo que impide ser removidos de sus cargos.
Buen paquete tiene enfrente la futura secretaria de Educación, Claudia Tello, quien todavía ni llega y ya tiene zancadillas que librar de personajes oscuros y desleales en la 4T como Pérez Carreón.