| 2024-12-08
Hace una semana, en sesión solemne del Congreso del Estado Local, la Ingeniera Norma Rocío Nahle García rindió protesta como gobernadora constitucional del Estado Libre y Soberano de Veracruz de Ignacio de la Llave para el periodo que va del 1º de diciembre de 2024 al 30 de noviembre de 2030. Por supuesto que fue un día de fiesta y la mandataria estuvo arropada por la Presidenta de la República, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, así como de una pasarela de actores políticos de presencia municipal, estatal y federal.
Entre los asistentes destacan, la madre de la izquierda veracruzana, Maestra Gloria Sánchez Hernández; el exgobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez; el Presidente del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña; senadores y diputados federales; el secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo; y el líder nacional de MC, Dante Delgado. También estuvieron los gobernadores de Oaxaca, Tabasco, Campeche, Estado de México, Quintana Roo, Tlaxcala, Puebla, Yucatán, Nuevo León, Zacatecas, Tamaulipas, Michoacán, y el electo de Chiapas.
En general, el panorama es favorable para la administración entrante si tenemos en cuenta que además de ser la primera mujer gobernadora de la entidad, también es la más votada en la historia en el estado con 2 millones 124 mil 214 votos y el 58% de las preferencias en la jornada electoral del 2 de junio; y si vamos más atrás, el 19 de noviembre cuando la dirigencia nacional de morena la designó como coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, después de una jornada maratónica, prevaleció la unidad y el ahora Senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara se sumó a la campaña sin regateos.
En la campaña, lo único que hizo la alianza conformada por PAN, PRI y PRD fue promover campañas de infodemia que intentaron sembrar una narrativa de descalificación que solamente sirvió para que las encuestadoras que, de buena o mala fe, publicaron sondeos en los que se hablaba de una elección cerrada, perdieran toda credibilidad. El tirano llamado tiempo dio su sentencia y el juicio de la historia fue contundente: el resultado todos lo conocemos.
Incluso salió fortalecida en la reconfiguración política de morena en Veracruz al posicionar a perfiles cercanos en puestos estratégicos como diputaciones, senadurías y ayuntamientos. Todo parece estar en bandeja de plata para que la gobernadora tenga un ejercicio de gobierno en el que los grandes temas sean "palomeados" por ella y los contrapesos que pudiera tener, tanto del exterior como del partido, tengan una mera participación testimonial. O al menos así parece, pero si nos remitimos al inicio de la LXVI Legislatura en el Senado de la República, hay un episodio que eventualmente podría generar fracturas, más de las que ha ocasionado, me refiero a la sospechosa y antinatural incorporación de los Yunes a la bancada de morena luego de que inclinaran la balanza para que la reforma al Poder Judicial fuera aprobada en los primeros días del periodo de sesiones.
Desde esa fecha, los Yunes volvieron a ser los Yunes, al venderse al mejor postor en nombre de la democracia. Hasta cierto punto, eso es parte de la normalidad, pero que necesidad de sumar por sumar a impresentables y peor aún, recibirlos en pasillos de aplausos: "Que manera de legislar". Lo hecho, hecho está, pero no quedó ahí, el acercamiento de los Yunes con la Presidenta de México se ha mantenido y ahora hasta es el más transformador de todos, insisto, eso es normal en un mercenario pero ¿qué necesidad había?
Antes de que el Senador Miguel Ángel Yunes Márquez perdiera toda comunicación con el partido que lo llevó a la Cámara Alta para luego reaparecer como paladín de la democracia, la justicia y las libertades era impensable imaginar que los Yunes volvieran a tener presencia en el gobierno de Veracruz, pero igual también era un sinsentido que el Grupo Parlamentario de morena lo defendiera en el Senado y que el coordinador de la bancada, Adán Augusto López Hernández dijera alguna vez que Yunes estaba con la fracción mayoritaria, y bueno, eso ya pasó.
Por eso no es extraño que desde el principio la gobernadora manifestó que en el estado morena se "reserva el derecho de admisión", a como van las cosas, si quiere mantenerse tendría que ir en contra de una hipotética "sugerencia" de la Presidenta de México, nuevamente el tiempo dirá. Sería muy absurdo tener un gobierno veracruzano de izquierda sin la madre de la izquierda en Veracruz; pero sí con la antítesis del movimiento y con el visto bueno desde Palacio Nacional.