Veracruz | 2021-07-31 | Francisco J. Ávila Camberos
Vivimos en una sociedad donde predominan los absurdos; donde la Ley poco se respeta, donde pretenden imponernos modelos económicos absurdos, que han fracasado en otras naciones provocando solo miseria y pérdida de libertades.
Estamos en un país donde cada vez es más difícil invertir y crear empleos, porque además de enfrentar los problemas económicos provocados por la pandemia, cada año se inventan nuevas regulaciones y más trámites, casi todos engorrosos e innecesarios.
Eso no abona a nuestro desarrollo, sino que solo lo complica, encarece y retrasa.
Tan mal andamos en México que se restringe la venta de papitas y refrescos, pero se promociona el consumo de mariguana con fines lúdicos y recreativos. ¿Díganme por favor qué nación del mundo ha prosperado fomentando los vicios entre sus habitantes? ¡NINGUNA!
Por si fuera poco, en lugar de atender lo verdaderamente importante como lo es la simplificación administrativa y la desregulación para apoyar la reactivación económica, la generación de empleos, la compra de medicinas, el combate a la epidemia de COVID, la inversión en infraestructura y su correspondiente mantenimiento; resulta que los legisladores locales sesionan a la carrera para despenalizar el aborto, sin haber escuchado siquiera a quienes tienen argumentos de peso para oponerse a tal crimen.
Se ha repetido hasta el cansancio que la pena de muerte no existe en México, pero la despenalización del aborto equivale a autorizar el asesinato de miles de inocentes que no tienen la oportunidad de defenderse y cuyo sacrificio ha sido autorizado por legisladores erigidos en implacables jueces, quienes por conveniencias políticas y modas ideológicas, han olvidado defender el más sagrado derecho de cualquier ser humano: el derecho a existir, el derecho a vivir.
¿Quién tiene poder para legalizar el asesinato de un ser inocente e indefenso?: Absolutamente nadie.
¿En qué mundo vivimos?
De esta manera tan cruel se condena al matadero a miles de niñas y niños inocentes.
En lugar de atender lo importante a nivel nacional se impulsa también una polémica consulta para juzgar a los expresidentes.
Respecto a la mencionada consulta, hay que reiterarlo: Es un simple distractor mediático, bastante costoso e innecesario. Si se demuestra que algún expresidente cometió un delito y éste no ha prescrito, debe ser enjuiciado inmediatamente, sin necesidad de andar haciendo costosas consultas populares.
No nos andemos por las ramas. La aplicación de la Ley no requiere de consulta alguna, simplemente la Ley se debe de cumplir, aplicar y ¡punto!.
No les parece a Ustedes?
Muchas gracias y buen fin de semana.