El fin del presidencialismo a ultranza

Veracruz | 2021-07-25 | Raúl López Gómez

Después de los agravios de los últimos cinco mandatos del gobierno federal en el país, que dejaron toda una estela de abusos de poder, corrupción, impunidad y del más grande saqueo siniestro de todos los tiempos, el presidente Andrés Manuel López Obrador, con el respaldo de más de treinta millones de mexicanos, que le dieron el voto, ahora su nivel de popularidad y aceptación, a pesar de todo crece.

Y sin problema del factor envidiable de los enemigos políticos y adversarios gratuitos que andan desesperados y les carcome el odio, porque sé logre el fracaso de la consulta popular del domingo 1 de agosto, para el juicio de los ex presidentes malosos, que quieren perdón y olvido a múltiples delitos de lesa humanidad y hasta de traición a la patria.

El presidente AMLO; es el dueño de la pelota dicho en la metáfora futbolera, por lo que dirige, mete goles y arma todo el juego, al dominar a plenitud toda la cancha, y mientras el árbitro –el INE—se deje golpear, el político tabasqueño sigue ganando partidos y hasta para convertirse por el momento en todo un campeón de campeones.

Muchos de los del neoliberalismo de la ultraderecha, olvidan los atributos y ventajas que el gobierno de AMLO les da a sus cómodas vidas a plenitud, porque como conocedor de un sistema agónico que no fenece, sigue jugando como dueño del balón, y nadie se atreve a quitarle brillo a su mandato, a pesar de la óptica de que a los detractores no les calienta ni el sol.

Lo cierto, es que gracias a las acciones del presidente AMLO, y de quienes lo critican como parte de un juego perverso, es que en el país existe paz social y gobernabilidad, porque en su teoría política, llevada a la praxis, todo le ha estado funcionando a la perfección, y nada, ni nadie por el momento le ha podido abollar la silla presidencial.

Los programas sociales, los programas del campo y las decisiones de abrazos y no balazos, están dando cierto ritmo de avance a toda la vida nacional, en donde los de antes no quieren reconocer que después del daño que le hicieron al tejido social y que propició delincuencia y pobreza extrema, ahora se ha podido recomponer en una forma tersa y sin mover el avispero.

Serán algunos años, los que se requerirán para que el país recupere su nivel de tranquilidad, todas las acciones han sido profilácticas y milimétricas para no alborotar al gallinero, porque él sabe y millones de mexicanos que el horno no está para bollos.

Entonces los que critican a AMLO, están dolidos porque no pueden aletear, pero siguen viviendo en los privilegios de la abundancia económica del pasado y aun así siguen quejándose de que quieren retornar a pegarse a la jugosa ubre del presupuesto del que vivieron y casi quebraron al país.

Los pasos rápidos del gobierno de AMLO para recomponer al país en su estabilidad gubernamental han sido certeros y con todo el efecto negativo de la pandemia, el país sigue con un rumbo de dirección y destino a buen puerto, aunque es cierto para los que no lo quieren, sigue argumentando en torno al populismo, al paternalismo y a las acciones de apoyo a los pobres, que sin eso, la realidad el país estuviera de cabeza, y lo cierto es que en ningún lugar del país se ha saqueado una sola tienda, o ha estallado una sola huelga y los números del robo de combustibles se achicaron, pero los que tienen los ojos cerrados, y aprietan los dientes de coraje, se dan topes de pared, porque el país va en el camino del progreso, después de que lo dejaron como un barco a la deriva.

Con el sentimiento hibrido de veracruzano, tabasqueño y chiapaneco, el presidente originario del sur del país, tiene nerviosos a los de Atlacomulco, a los del pasado que saben que a pesar de que el agua les está a punto de llegar a los aparejos, sin duda que sólo uno, dos o tres pueden sentir el frio del encierro.

En donde, estuvieron los de antes que sufrieron de los excesos del poder político, y en el clásico recuerdo en donde se reprimieron los sueños de los luchadores sociales históricos de este país.

Y sin olvidar a los millones de mexicanos, que también sufrieron de las penalidades de los gobiernos de: Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña, puede que se les haga por fin justicia.

AMLO, de gira por el puerto de Veracruz de fin de semana, para recordar los tiempos idos del calor de siempre de los cuasi-paisanos.

Ojalá, y por fin le ponga final al problema de la falta de medicamentos que afecta a los niños enfermos con cáncer en todo el país, y en donde en estos lares el problema se ha recrudecido considerablemente. Así las cosas. 

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