Veracruz | 2020-08-29 | Enrique Haro Belchez
Desde hace 25 años, los casi 200 países que forman parte de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (prácticamente todos los países del mundo) discuten cómo aminorar, ante la imposibilidad de revertirlo, un problema que heredaremos a las próximas generaciones: el calentamiento global.
El calentamiento global, es uno de los más graves desafíos que la humanidad tiene planteados en el siglo XXI. El calentamiento de la Tierra ya no es una amenaza virtual, sino una realidad. El clima ha cambiado muchas veces en la historia, pero las causas en el pasado fueron las variaciones en las actividades del Sol y de los volcanes; ahora, desde finales de la década de 1950, está demostrado que el incremento de CO2 en el aire se debe a la acción humana.
Como se sabe, se han celebrado 25 cumbres sobre el Cambio Climático (COP),pero hubo que esperar la de 2015 en París para cerrar un Acuerdo que involucrara a todos los países en la lucha contra el calentamiento. Con el Acuerdo de París se creó el Marco General que incluye los objetivos y marca las vías para intentar conseguirlo.
En octubre de 2018, el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, por sus siglas en inglés) presentó un informe en que advertía a los gobiernos que si querían cumplir con la meta de disminuir 1.5 grados la temperatura del planeta, deberían reducir a la mitad las emisiones mundiales para 2030, para lo que se necesitaría un esfuerzo mayor en poco más de una década.
Otros, menos optimistas, señalan que aún si se aplican todos los compromisos hechos por los gobiernos del mundo, sólo se registraría una disminución del aumento de la temperatura de 0.05 grados el año 2100.
Es natural por la visión de largo plazo del Acuerdo de París, que en esta ruta hacia 2030 y 2050 se presenten escollos, pero sólo serán en su caso temporales, dada la alternancia de los gobiernos escépticos o negacionistas del cambio climático (en alusión a los que niegan un hecho aceptado científicamente).
Los indicios de que el calentamiento global procede, en su mayor parte, de la actividad humana son abrumadores, por ello hay que seguir impulsando medidas para reducir las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, con políticas públicas de largo plazo.
En el caso de nuestro país, el actual gobierno deberá cumplir los compromisos internacionales frente al Acuerdo de París, y poner a México en una ruta clara para lograrlo, lo que implica, en resumen: una importante reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, un crecimiento notable en la generación de energía eléctrica con energías limpias, lo que se contrapone hasta hoy con la anunciada construcción de refinerías y la compra masiva de carbón.
El reto urgente para la humanidad estriba en hacer frente a dos fenómenos mundiales: la pobreza global y el cambio climático, ya que la vulnerabilidad frente al calentamiento global depende no sólo del clima sino del modelo de desarrollo.
En este contexto desesperanzador cabe mencionar que la conferencia de las Naciones Unidas (ONU) sobre el Cambio Climático COP26, que iba a tener lugar en Glasgow Reino Unido en noviembre de este año, ha sido pospuesta debido a la enfermedad por COVID-19.
#CambiaUnaAcciónCambiaTodo.