Un buen consejo para el buen fin

| 2020-11-10 | Alejandro Quijano

Este año, por la situación extraordinaria que estamos viviendo debido a la pandemia de COVID-19, el buen fin se ha extendido de los 3 a 4 días que duraba, a un total de 12.

Creado con el propósito de estimular la economía, la décima celebración del “fin de semana más barato del año” se lleva a cabo en un escenario económico sin precedentes. Habiendo un gran número de personas que han perdido su empleo, y otras tantas a las que se les han reducido sus ingresos, es más importante que nunca la reflexión y concientización respecto a qué es realmente necesario comprar –a pesar de las tentadoras ofertas–.

Con promociones que van desde un gran descuento hasta varias mensualidades sin intereses y comenzando a pagar hasta Marzo del siguiente año, puede surgir el deseo de no dejar pasar la oportunidad. Sin embargo, seria más prudente que consideres si realmente eso que tanto te atrae te hace falta realmente, sobre todo si estás sin empleo o con un salario reducido.

Cuidado con la Shop Therapy

Los crecientes niveles depresión podrían llevarnos a hacer lo que se conocen como “compras para sentirse mejor”. En nuestra sociedad, se ha popularizado la idea de que un remedio infalible para cuando nos sentimos decaídos, es ir de compras. Y el incremento del 40% en el total de compras en línea desde que comenzó la contingencia, siendo entre 40-50% el total declarado como compras de ropa y electrónica, lo deja claro: la incertidumbre de la situación económica no detiene a algunas personas de comprar cosas.

Los pronósticos de los especialistas se pueden traducir en un simple consejo: no compres lo que no necesitas ni gastes lo que no tienes. La idea de poder pagar hasta dentro de cuatro meses lo que compramos y disfrutamos es muy atractiva, pero hay que mantener presente que la economía mexicana está proyectada para recuperarse dentro de 4 años, en el mejor de los casos.

Sin importar lo convenientes que nos parezcan algunas ofertas, hay que recordar que el buen fin se repite cada año, siendo este uno de los más duros que se han vivido en las últimas décadas; hay compras que pueden esperar. Es necesario no ceder al impulso, a la tentación y hacer cuentas con la cabeza fría, para no encontrarnos más adelante con una deuda que no podamos pagar.
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