| 2021-03-18 | Alba Leal
Durante el proceso de duelo, ocurren muchas situaciones emocionales y también físicas. En algunas personas, el cuerpo puede reflejar mediante dolores lo que está ocurriendo con su estado de ánimo.
Es por esto que es importante que si buscamos ayuda con algún profesional de la salud, le comentemos que hemos tenido una pérdida reciente para que se haga un diagnostico más acertado y provean herramientas para manejar el proceso de luto, reducir los niveles de ansiedad y corroborar si en efecto es un tema físico o la forma en que el cuerpo está manejando las emociones.
Síntomas físicos del duelo:
Dolor
Sensación de opresión en la garganta
Sensación de opresión en el pecho
Alteraciones de los patrones respiratorios (dificultad para respirar, suspiros frecuentes)
Fatiga, agotamiento, poca energía
Alteraciones del patrón de sueño (insomnio o sueño excesivo)
Interrupciones del patrón de alimentación (comer en exceso o anorexia)
Alteraciones de los ritmos cardíacos
Trastornos del sistema digestivo
Tensión generalizada
Inquietud e irritabilidad
Mayor sensibilidad a los estímulos
Boca seca
En el mismo sentido, otra de las recomendaciones fundamentales es mantener los oídos atentos para escuchar el dolor, la tristeza, la rabia, la frustración, la soledad y todos los sentimientos que acompañan a la aflicción. Se debe estar atento a cualquier señal que parezca anormal o distorsionada, que podría ser síntoma de que el duelo esté derivando en un problema mayor. Tanto en ese caso, como si el duelo se prolonga demasiado tiempo, el apoyo terapéutico se tornará imprescindible. Con información de Psyciencia.