| 2022-06-09
Frente a una crisis, la mayoría de las personas respondemos inicialmente negando la situación, como un “mecanismo de defensa” natural, para darnos tiempo a aceptarla. Esto puede durar algunos minutos, horas o incluso días, dependiendo de muchos factores.
Con el paso de los días, las personas, aunque no seamos siempre conscientes de ello, tenemos la posibilidad de elegir el camino que vamos a tomar y las estrategias con las cuales enfrentaremos los distintos impactos de la crisis sobre nuestra vida.
Si elegimos centrar la atención únicamente en los peligros, riesgos y dificultades que nos presenta la crisis, probablemente nos sentiremos como víctimas de las circunstancias y usaremos estrategias no efectivas para manejar la situación. Es decir, actitudes y comportamientos que no solucionan realmente ninguno de los problemas que debemos enfrentar, como por ejemplo escapar de ésta, físicamente o mediante el uso de alcohol y drogas.
Si, por el contrario, decidimos ver las oportunidades que nos presenta la crisis para hacer cambios positivos en nuestras vidas, como por ejemplo la posibilidad de desarrollar nuevas habilidades, manejaremos la situación mediante estrategias eficaces, que sí solucionan los problemas que debemos enfrentar. Un ejemplo de estrategia eficaz: aceptar que me quedé sin empleo, analizar las verdaderas razones de esto, determinar si necesito capacitarme más en algún área y actuar: comenzar a buscar un nuevo empleo lo antes posible y utilizando para ello todos los recursos a mi alcance.
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