| 2021-06-30 | Anayda Gutierrez
Desde la infancia nos han educado para rehuir del dolor. Nos han dicho que el dolor es debilidad, renuncia, impedimento.
Pero el sufrimiento es inherente a la naturaleza humana. Nadie escapa del dolor. Lo que si´ podemos hacer es aprender a gestionarlo, a vivirlo, a sentirlo y a valorarlo como cualquier otra emocio´n.
El dolor no es obsta´culo. Es oportunidad. Es un motor para nuestro crecimiento personal y para desarrollar nuestras habilidades.
Sin dolor no hay aprendizaje, y sin aprendizaje no hay felicidad. Aceptar que el dolor nos acompan~a no nos hace vulnerables. Nos hace humanos.