| 2021-09-30 | Norberto Garcia
Hace siglos el físico británico Thomas Sydenham dijo: “La llegada de un payaso al pueblo haría más por la salud de todos sus habitantes que veinte burros cargados con drogas”. Años después, en 1971, el médico Hunter Patch Adams (el “Doctor Alegría”), revolucionó los hospitales de Estados Unidos al proponer la Terapia de la Risa para mejorar la salud de los enfermos. Un año después fundó el Instituto Gesundheit, que reúne a cientos de voluntarios vestidos de payasos, quienes llevan el humor a pacientes de diversos hospitales. La historia de Patch se hizo película, protagonizada por Robin Williams. A partir de ahí surgieron “sucursales de la risa” como “Payasos sin fronteras”, “Clown para el mundo”, “Doutores do Alegría”... En México “Risaterapia” o “Médicos de la risa”, enfundados en batas blancas y con la característica nariz roja, se dedican a llevar sonrisas a niños hospitalizados.
Una inyección de risas
“Cuando reímos con ganas entra el doble de aire, doce litros en vez de los seis habituales, lo que multiplica por cuatro la capacidad pulmonar; la oxigenación de la sangre y de todo el cuerpo estará en perfectas condiciones. Además, nuestro cuerpo sufre una serie de cambios involuntarios que no percibimos. Se relajan 400 músculos, se mejora la digestión, la presión sanguínea se eleva, disminuyendo notablemente el riesgo de sufrir infartos”, asegura la doctora Arántza, miembro de “Médicos de la risa”.
Cuando ríes, el córtex del cerebro se activa y generan impulsos eléctricos que fortalecen la capacidad cognitiva, el estado de alerta y la memoria.
Se liberan, además, endorfinas, que amén de la sensación de bienestar, funcionan como analgésicos.
“Como médico de la risa, he comprobado cómo después de una terapia de humor, el dolor en los pequeños con cáncer se reduce significativamente. Al reirnos respiramos agitadamente por la nariz y ejercemos presión sobre las venas de la cara, lo que provoca que la sangre que riega el hipotálamo se enfríe y que, en consecuencia, inhiba también la secreción de las sustancias químicas cerebrales encargadas de hacernos sentir dolor”, enfatiza Arántza.
¡Ja! Que buena medicina
“La risa puede resolver un 80 por ciento de estrés y depresión”. explica José Elías, psicólogo español, uno de los pioneros en este sistema de risoterapia.
China es una de las culturas más longevas del mundo; ejercicio, alimentación y risa sustentan su calidad de vida. Su filosofía en torno a esta última es que la salud de una persona es proporcional a las veces que se ríe durante el día. n efecto terapéutico, el corazón es feliz, nuestra autoestima quilibra y descargamos todas esas tensiones que acumulamos durante el día. Además, ¿has notado lo tan relajado que quedas después de un ataque de risa?
Según el neurólogo estadounidense Lee Berk, de la Universidad de Loma Linda, y uno de los investigadores más activos en este campo, la risa hace disminuir la concentración en el organismo de cortisol, una de las hormonas causantes del estrés, lo que a su vez aumenta la actividad de los linfocitos T, B y NK, que son los responsables de lograr una buena respuesta inmunológica
Así que ¡sonríe, por favor, desdramatiza tu vida! Y vive más y mejor, en armonía con óptimos hábitos saludables como reír, reír y reír; es gratis y sin efectos secundarios.