| 2022-02-24 | Norberto Garcia
Escuchamos como se usa el término ¨persona tóxica¨ como un elogio o una broma. Pero, realmente la gente tóxica es aquella que no
te dejan avanzar ni crecer. Son personas que no aportan nada a tu vida y debes identificarlas y alejarte de ellas.
Por ejemplo, tengo dos compañeros de trabajo, ¡más tóxicos que el monóxido de carbono y el cloruro de vinilo!
El primero se queja hasta de las moscas, siempre haciéndose la víctima delegando culpas, cree a pie juntillas que los reflectores de la crítica están sobre su nombre y apellido.
El otro siempre esperando lo peor en su vida. Cuando va en busca de un trabajo, en su relación de pareja, con su familia, amigos, dinero, salud.
Se anticipa a los hechos, hace conjeturas porque dice que tiene corazonadas. “¿Por qué todo lo malo siempre me pasa a mí?”, repite con amargura.
Después de escucharlos me siento fatigado, sin fuerzas.
Una persona tóxica es aquella que se apropia de tu energía, que te contagia y te arrastra en su río de toxinas. Y así como éstos, por nuestra galaxia se mueven envidiosos, manipuladores, mentirosos, infelices, quejumbrosos y tantos tóxicos que, si direccionas tu antena, seguro los identificas. ¡Aléjate!
Crea distancia física y emocional, pues la máxima de “el que con lobos se junta, aprende aullar”, es cierta. Y no solo aullarás igual y te comportarás tal cual (por inercia o sugestión), sino que, en breve, tendrás su basura en tu cabeza, proyectará sus inseguridades en ti. Además, dudarás de tus capacidades y te rezagarás en varias esferas de tu vida. Peor aún, tu amor propio será manipulado para que lo consagres a otros y tendrás sentimientos de culpa.
Identifica a esas personas,