Energízate caminando descalzo y entrando en contacto con la naturaleza

| 2021-10-28 | Norberto Garcia

Botas, tacones, tenis, mocasines, chanclas, zapatillas, sandalias, zapatos de goma…Toda una zapatería al servicio de nuestros pies, cuidando del frío, del calor, del impacto en el andar. Sin embargo, caminar descalzos sobre la tierra, la arena o el pasto, más que una sensación placentera, de libertad, nos ofrece un estatus saludable, recibir directamente de la madre naturaleza toda esa energía poderosa que irradia desde sus entrañas.

  

Muchas investigaciones demuestran cómo el contacto directo con nuestros entornos naturales trae vastos beneficios en la salud. Por ejemplo, una relajada caminata por la inmensidad de un bosque, se dice, reduce la presión arterial, los niveles de adrenalina en la sangre. También, disfrutar un día en el campo, con todo lo que conlleva en paisajes, alimentación y aire puro, aligeran la carga de la ansiedad, depresión y enfermedades cardiovasculares

Baños de bosque

Existe, de hecho, un concepto llamado “Baños de Bosque” , reconexión consciente con éste, lo han acuñado terapeutas que llevan a sus pacientes a dar paseos, caminar, sentarse, estirarse, hacer ejercicio, tocar una piedra, el tronco de un árbol (darle gracias), disfrutar la presencia y el silencio de la madre naturaleza. 

 “Andar sin calcetines, o medias, sobre el pasto de tu casa o la tierra es fortalecer el sistema nervioso liberando estrés y las tensiones del día, incluso se mejora la circulación sanguínea. Las plantas de los pies, los dedos con sus pliegues detentan toda una red de terminaciones nerviosas altamente sensoriales. Además, los seres humanos somos conductores de electricidad, estamos cargados de iones positivos. A lo largo de nuestras largas jornadas laborales cada quien va acumulando y excediendo en electricidad estática, ésta la vemos cuando rozamos alguna prenda o metal, salen chispas, surge un choque eléctrico. Cuando caminamos descalzos por la tierra creamos una conexión generosa, descargamos ese exceso de energía electroestática en el suelo y absorbemos la que contiene la madre naturaleza, lo que equilibra el volumen de iones positivos, dando como resultado efectos benévolos de salud; física y emocional”, apunta Marcelo Valencia, biofísico experto en Medicina Energética del Centro de Medicina Tradicional e Integrativa.

El Grounding

Dentro del concepto Wellness (bienestar integral) que cunde hoy en las grandes ciudades, existe el “Grounding” o “earthing”; el placer terapéutico de andar descalzo sobre la seda de la tierra o la arena, sin cuero ni tacones que obstaculicen la transmisión curativa de las entrañas naturales. Literalmente los pies sobre la tierra, sin calzado alguno, sobre su alfombra tapizada de energía.  

 “El ‘Grounding’ es una técnica terapéutica que con su esencia y sabiduría de ecosistema te orienta en la realidad, te ubica en el presente. Te ofrece el don de controlar tu estado de ánimo, tu salud y reconectar con la medicina ancestral. Una práctica tan antigua como la misma evolución. Los antiguos solían caminar descalzos sobre sus enormes jardines, ostentaban esta fórmula terapéutica como un hábito diario de abastecerse energéticamente”, explica el doctor Marcelo. 

Andar descalzo sobre la tierra, en tu jardín o en algún parque cercano, incluso cerca de un río, no es una moda de spa, sino ya una necesidad para salvaguardar tu salud. Este eléctrico contacto con la madre tierra, permite recrear tu memoria arcaica, innata, recuperar las sensaciones y el balance en tu vida, sobre todo después de un arduo trabajo de más de ocho horas.

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