| 2023-11-30
Quizás te encuentras flotando en un círculo emocional autodestructivo. Estás en una relación con alguien casado. Vives de modo clandestino y furtivo, ocupando una tercera posición. ¿Qué emociones se esconden tras esta conducta? Amor, quizás, pero subyace en lo profundo un círculo dañino que te aparta de vivir plenamente. Puede que también se trate de:
Falta de amor propio. La tercera persona en la ecuación no se quiere /o no se respeta lo suficiente pues de ese modo busca el amor de alguien comprometido, muy a pesar de las posibles consecuencias. Y esa urgencia de aprobación nubla el juicio…hasta que ya es muy tarde.
Dependencia emocional. Muchas personas guardan una gran necesidad de afecto y amor, tal vez fincada en su infancia y adolescencia; quizás un padre o una madre ausente, o falta de atención. Solo buscando este tipo de amores “prohibidos” sienten que alguien les ama o desea. La idea de ser el o la amante le parece que le libera de ciertas expectativas.
En busca de adrenalina. No son pocas las personas que buscan en este tipo de vínculos emociones fuertes que desaten emociones intensas… que a la postre generan un sentimiento de dominio; de algún modo creer que se tiene el poder de hacer única y especial esta relación, incluso tal vez que la otra persona abandone sus compromisos y su familia.
Si es tu historia, habría que hacer un alto en estos fortuitos encuentros, reflexionar sobre posibles consecuencias y, sobre todo, analizar hacia qué precipicio personal te está llevando. Quizás incluso tus relaciones “normales” no han funcionado (llevándote aun a un estrés postraumático), a lo mejor tienes miedo a comprometerte en un vínculo tradicional, de ahí que una persona casada sea seguro, sin ataduras, sin compromisos, sin dependencia emocional o posiblemente no te atraiga esa necesidad de enfrentar los desafíos, planes, sueños, peleas y responsabilidades de una pareja convencional. La pregunta es: ¿Eres feliz en esas condiciones?