| 2022-01-20 | Anayda Gutierrez
¿Eres de los que se enorgullecen por ser “Súpermujeres” o “Súperhombres”? ¿Te gusta hacer todo tú porque sientes que nadie más puede hacerlo bien? ¿Te cuesta permitirte la diversión y eres extremadamente competitivo o comptetitiva?.
Estos son patrones de comportamiento autodestructivos que están profundamente arraigados y que reproducimos de forma constante en nuestra vida adulta. Vivir bajo el yugo de la perfección, hace que nos sintamos constantemente exhaustos y frustrados.
Lo primero que se recomienda para romper con este patrón es aceptar que tenemos una tendencia a ser perfeccionistas y que no pedimos ayuda o delegamos por desconfianza y competitividad. Además, es probable que:
Si te das cuenta de que tienes una personalidad con estas tendencias bien marcadas, comienza a preguntarte si realmente las quieres cambiar para dejar atrás el cansancio y la frustración.
Elige una tarea de tu larga lista de pendientes y delégala, sabiendo que probablemente no quede tan perfecto como si lo hicieras tú, pero sabiendo que será suficiente y sobre todo, que te liberará.
Analiza cómo te sientes en ese proceso y vuelve a intentarlo con más acciones, hasta que te des cuenta del beneficio de delegar o dejar que otras personas te ayuden.