| 2021-10-07 | Rosa Martínez
Investigadores han dado con lo que parece ser la fórmula para lograr que los adolescentes usen menos redes sociales. Queda claro que aleccionarlos una y otra vez sobre lo peligroso y dañino que pueden ser, cae en oídos sordos y no cambia su comportamiento. Sin embargo, Brian Galla, profesor de Psicología del Desarrollo de la Universidad de Pittsburgh, logró un importante cambio de comportamiento en adolescentes que usaban redes sociales en forma excesiva. ¿Cómo lo hizo? Sacando provecho a la necesidad de independencia de los jóvenes.
¨Recientemente, mis colegas y yo les mostramos a los adolescentes los muchos trucos que usan las empresas de redes sociales para hacer que sus plataformas sean irresistibles y cómo este esquema impulsa sus ingresos publicitarios. Por ejemplo, mover el dedo hacia arriba para refrescar, imita las máquinas tragamonedas, y hace que la gente vuelva por más¨ relató Galla.
Además, el profesor encontró que compartir datos sobre la adicción a los teléfonos logró que los adolescentes vean el control de su propio uso de las redes sociales como una forma de reclamar la independencia de estas empresas y de exigir una tecnología menos adictiva.
De hecho, los jóvenes que recibieron esta información dijeron que estarían más dispuestos a usar aplicaciones que monitorean su tiempo en las redes sociales. Tres meses después, eran aún más conscientes de los diseños adictivos de las redes sociales y más conscientes del tiempo que invierten en éstas.
Datos sobre México
En el caso de México, el 75% de los jóvenes utilizan todo el tiempo el celular, el 50% contesta de inmediato los mensajes o notificaciones y el 35% despierta en las madrugadas para saber si recibió un mensaje. Estos números pueden ser utilizados para reforzar la conversación e incluso apoyarse en reportajes como éste, que ofrecen algunas acciones concretas para comenzar a tener más control sobre el uso del móvil.
Perspectiva
Galla, que colabora con la organización educativa characterlab.org escribe en su informe: ¨Por supuesto, las redes sociales tienen beneficios. Permite la expresión creativa, y posibilita las conexiones sociales…queremos ayudar a los adolescentes a maximizar el ´tiempo bien empleado´ en las redes sociales de una manera que nutra sus valores y los deje sintiéndose realizados, no adictos. Deje que los niños vean cómo cambiar su comportamiento en las redes sociales es un acto de autonomía que puede contribuir a un mundo más justo ¨.
También invita a que se considere ver en familia el documental The Social Dilemma y discutirlo a través del lente de las repercusiones de su diseño para ¨enganchar¨ a las personas y cómo esto limita nuestra independencia.