¿Cómo comunicarnos efectivamente cuando estamos enojados?

Ponle fin a las reacciones tóxicas

| 2020-09-24 | Alejandro Quijano

Vivir sin saber gestionar nuestras emociones nos trae sufrimiento y problemas con otras personas, principalmente cuando no sabemos controlar nuestra ira. Podría parecer que alguien iracundo, al intimidar con su furia, está ganando un argumento o confrontación. No obstante, lo único que la ira aporta es malestar y miedo a quien la recibe y una sensación de culpabilidad a quienes la manifiestan. 

 

Si desarrollamos nuestra inteligencia emocional y la comunicación asertiva podemos evitar muchas situaciones desagradables. Sobre todo en estos tiempos de pandemia, que estamos más susceptibles a reaccionar de forma tóxica con quienes estamos conviviendo.
 

¿Cómo evitar la emoción de la ira? 

 

Por un lado, tenemos la comunicación con nosotros mismos cuando experimentamos ira. Usualmente, nuestros pensamientos son exagerados o radicales al estar enojados, por lo que podemos hacer uso de un lenguaje hostil que solo empeorará todo.

 

Una buena práctica para este escenario es tratar de tener pensamientos más neutrales, teniendo presente que, tal vez, la situación no es tan mala como nos parece en ese momento

 

También, reconocer compasivamente que estamos molestos y que dicha emoción no le aportará nada a nadie y que quizá es mejor esperar a que se regulen esos sentimientos. 

 

Asimismo, escuchar a nuestro cuerpo nos vuelve conscientes de que estamos dejándonos llevar por nuestras emociones. Un ritmo cardiaco acelerado o tensión muscular, indica que estamos perdiendo el control. Identificar esto nos ayuda a prevenir que la ira escale aun más.

 

Proteger a los demás

 

Por otro lado, está la comunicación con los demás. Antes de reaccionar, siempre debemos pensar en los efectos de lo que haremos. Recuerda que las personas no recordarán lo que les hiciste, pero sí cómo las hiciste sentir. 

 

Respirar profundamente y tratar de buscarle algo agradable –o incluso cómico– a la situación, puede transformar un escenario violento en uno más apacible

 

Ponernos en los zapatos de la otra persona y tratar de ver su perspectiva puede convertir la ira en empatía y comprensión

 

Debemos comunicar nuestros deseos y necesidades de forma constructiva. No hay que buscar culpables, sino soluciones. Cada quien es responsable de sus reacciones, y conforme aprendamos a controlar las nuestras, disfrutaremos de mayor paz y felicidad.

 

Por último, se vale decir, ¿Podemos continuar este tema más tarde? Ahora mismo no me parece que es un buen momento para discutirlo. Como dice la frase, si eres paciente en un momento de ira, escaparás a cien días de tristeza.

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