| 2020-08-11 | Alba Leal
El que tengamos la posibilidad de ver y escuchar a otras personas a pesar del aislamiento por la pandemia es una gran fortuna que nos brinda la tecnología. Si bien no reemplazan la interacción cara a cara, es lo más práctico que tenemos para poder compartir con otras personas en este momento.
El uso de videoconferencias por sistemas como WhatsApp, Skype, Zoom, Google Meet y FaceTime, ya no son solo para asuntos de trabajo. Como seres que nos adaptamos a las circunstancias, ya es común que estemos participando de cenas virtuales, noches familiares, noches de juegos, citas románticas y hasta eventos oficiales como bodas y graduaciones.
Sin embargo, esto puede causar fatiga principalmente porque requieren de nosotros un mayor enfoque, un espacio de movimiento limitado, y una sensación de aturdimiento porque hablar a través de una pantalla no es algo que se sienta natural para muchas personas.
El uso de estos sistemas pueden causar fatiga porque requieren de nosotros un mayor enfoque, nos obligan a tener un espacio de movimiento limitado, y pueden causar aturdimiento.
Aquí te compartimos algunas estrategias que te ayudarán a gestionar el agotamiento que causan las video llamadas.
· Designa un espacio en tu casa para atender todas las llamadas. Tener un área definida ayudará a tu mente a acoplarse, a reconocer que ese es el lugar de hacer llamadas y podrá enfocarse en cosas más inmediatas que acoplarse al ambiente.
· Avisa de antemano a las personas que viven contigo las llamadas que tendrás en el día. De esa forma se pueden coordinar para evitar interrupciones o ruidos innecesarios que podrían desconcentrarte o causarte estrés.
· Antes de convocar a una junta, analiza si no es algo que puedes compartir por email o mensaje de texto. De igual forma, a veces una llamada regular puede ser un respiro visual tanto para ti como para las otras personas involucradas.
· Considera apagar la cámara luego de saludar a tus interlocutores. Notifícales que estarás cambiando a audio y que tendrás flexibilidad para encender el video cuando sea necesario.
· Limita el tiempo de reuniones, crea en tu calendario aunque sean espacios de 15-30 minutos entre cada junta para que puedas descansar la vista, caminar y estirarte.
· Concéntrate en la conversación. Ponerse a escribir emails, a navegar redes sociales o hacer otras tareas aumenta la carga mental de la video llamada.
· Usa audífonos para que los sonidos ambientales no interrumpan la llamada o haga que te tengas que esforzar de más para prestar atención.
· Cuando termines la junta, regálate unos minutos para estirarte, tomar agua, salir a otro espacio y que tu cerebro reciba un respiro.