| 2021-02-04 | Alba Leal
Coordina con tu familia un día de la semana en la que estarán desconectados. Si no puede ser el día entero, pues al menos unas horas en la tarde o noche. Usen ese tiempo para conversar, cocinar juntos, jugar algún juego de mesa, dar una caminata, contarse anécdotas o cualquier otra actividad "análoga". Deja tus dispositivos fuera de la recámara. Esto ayuda a que te duermas más rápido, tengas más inclinación a momentos de intimidad, y, sobre todo, no ponerte a mirar el teléfono si te despiertas de madrugada, lo que alarga el desvelo. Evita checar el móvil inmediatamente después que te despiertes. Dedícate los primeros minutos de la mañana para pensar, conversar con tu familia, tomar café o desayuno, hacer tu rutina mañanera, antes de abrumarte con noticias, chismes o todos los pendientes. Sal a caminar sin tu móvil o mantenlo guardado solo para una emergencia. Observa a tu alrededor, escucha los sonidos del ambiente, saluda a otras personas. Respira y disfruta lo que ves. Toma descansos cuando estás usando tu móvil por largos periodos de tiempo. Lo recomendado es que descanses tu vista cada 20 minutos. Cierra tus ojos por al menos 20 segundos o toma un descanso sin mirar la pantalla por 5 minutos. Organiza tu día, y conscientemente separa un periodo de tiempo en el que no tendrás el móvil contigo y lo dedicarás a algo sencillo. Hojea un libro, dibuja, pinta, haz los quehaceres en silencio, platica con alguna persona cercana, comparte con niños o ancianos, camina por un parque, o juega con tus mascotas.