Aunque no es mago, en cuestión de segundos convierte la calle en un escenario y brinda un espectáculo circense a los automovilistas: el acto de la cuerda floja.
A cambio recibe unas monedas, mientras la luz roja del semáforo, ubicado en Juan Pablo II y avenida de las Palmeras permanece encendido.
Ahí, Víctor Castillo Marín amarra la cuerda a los postes de los semáforos para iniciar su acto. El artista de la calle se sube con gran agilidad a la gruesa cuerda amarilla y de inmediato hace varios malabares.
En un santiamén, despide su acto y hace reverencia a su público, para saltar al pavimento y quitar de inmediato su escenario y deslizarse entre los vehículos, que ya para entonces, empiezan a moverse lentamente, no sin antes dejar alguna moneda al artista.
En menos de un minuto sucede la magia, y mientras el verde da paso al arroyo vehicular, el artista descansa y proyecta el siguiente número, pues lo varía para no aburrir al público.
“Desde hace 8 años me dedico al arte circense, y siempre he trabajado en las calles, en realidad es complemento del trabajo, pues se clasifica en artes urbanas, artes escénicas, más enfocada al área teatral y carpas de circo”, detalló.
Es originario de Martínez de la Torre, y apenas lleva 6 meses de radicar en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, municipios en los que despliega su arte, pues trabaja en varios cruceros de ambas ciudades, pero los fines de semana siempre se instala ahí, en la zona universitaria.
Además labora en una empresa ubicada en Simón Bolívar y España, donde da clases de circo a niños y a la gente que le interesa el arte circense y tiene su página en Facebook, en donde lo encuentran como Vic-equilibrista.
La curiosidad de viajar por todo el país llevó al también maestro a desempeñar esta disciplina artística.
“Fui conociendo personas que me fueron compartiendo el arte circense, llegué a la ciudad de Puebla hace algunos años y ahí una señora me preguntó si yo estudiaba en la escuela de circo, algo que desconocía, pero eso fue suficiente para ir y hacer un casting, ahí obtuve una beca al 50% y me especialicé en equilibrismo”, explicó.
Dijo que su labor es como todo trabajo, gratificante en ciertos momentos, tiene sus bajas y sus altas, y depende mucho de la economía del lugar.
“Ahorita con la situación de la pandemia y todo esto, la economía baja, entonces es retomar otra vez la economía y parte de ello nos afectó a nosotros, pero se puede decir que me alcanza para cubrir mis gastos, como la renta, la comida, y hasta algún gustito”, indicó.
Considera que es de los fieles creyentes que nunca se termina de aprender, por lo que sigue aprendiendo.
“Más que nada invierto mi tiempo en entrenar más para perfeccionar mi acrobacia y el arte circense, para subir mi nivel”, dijo.
Su pasión le ha enseñado que todo es posible con perseverancia y dedicación.
“Nunca se rindan, las personas que quieran realizar sus sueños, los pueden lograr, obviamente con mucha perseverancia, mucha paciencia y mucha disciplina. Y no olviden que solo el arte y la educación puede cambiar a este país, y en general a todo el mundo”, afirmó.
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