Tres personas desaparecieron en la zona metropolitana de Veracruz el 28 de julio de 2020, las cuales tienen en común el dedicarse a la venta de autos. Sus respectivas familias recibieron llamadas donde les exigieron dinero a cambio de su libertad.
Daniel Hernández Hernández, de 28 años y Javier de Jesús González Miranda de 35 años, son dos amigos, ambos comerciantes de autos y originarios de la Ciudad de México, que desaparecieron en el puerto de Veracruz el 28 de julio de 2020, fecha en que llegaron para vender un auto.
Desde esa fecha Martha Alicia Miranda Franco, mamá de Javier de Jesús, y Sonia Hernández Camacho, mamá de Daniel, no han dejado de buscarlos, este viernes llegaron al puerto de Veracruz para visibilizar sus casos ya que señalan no hay avances en las investigaciones de la Fiscalía General del Estado, donde presentaron las denuncias.
“No ha habido muchos avances, estamos tratando ahorita de darle visibilización, es un esfuerzo muy grande que hacemos, ahorita me acompaña mi familia, pero generalmente venimos solas, venimos con un poco de miedo; Sonia es mamá de Daniel y para nosotros ha sido muy complicado esta situación”, comentó Martha mamá de Javier de Jesús.
Mencionó que ellos llegaron al puerto de Veracruz para entregar un auto que anunciaron en venta y debido a la cercanía del cumpleaños de su hijo, el 31 de julio, él se quedaría unos días más en la ciudad.
“Ellos salieron aproximadamente entre 06:30 y 07:30 de la mañana y creemos que de ese lapso fue como a las 10:30 o 11 de la mañana porque nosotros (la familia de Javier de Jesús) recibimos la primer llamada a las 13:17, a partir de ahí fue cuando empezó nuestro vía crucis. Nosotras no nos conocíamos, nos hemos unido en esta lucha para buscarlos”, externó.
Por su parte, la señora Hernández Camacho, mamá de Daniel, comentó que la última comunicación que tuvo con su hijo fue el 28 de julio cuando le informó que lo tenían secuestrado a él y a su esposa, quien también viajó.
“Daniel me llamó de su número telefónico el 28 de julio de 2020 para decirme que estaba llegando aquí al puerto de Veracruz y horas más tarde me dijo que lo tenían, que necesitaba cierta cantidad, una cantidad muy fuerte, para que pudieran liberarlo a él y a su mujer. Hasta ese momento yo no sabía que venía en compañía de Javier, yo me entero que venía Javier su amigo, hasta la tarde por el hermano de Javier; ya de ahí fue la última llamada que recibí de mi hijo, donde él me confirma que estaba aquí en el puerto de Veracruz”, recuerda.
Agregó que la esposa de Daniel si apareció con vida, ya que su familia vino a pagar para su liberación.
“Ella si fue liberada el día 30 de julio, dos días después. Vino su familia, pagaron una cantidad de dinero y se la llevaron de regreso; a nosotros ya no nos volvieron a llamar, ni a la familia de Martha ni a mí, y ya no tenemos ni una pista de los muchachos”, dijo.
Pese a que las familias de Javier de Jesús y de Daniel pagaron las cantidades que les exigieron, no volvieron a tener contacto con ninguno de los dos comerciantes.
“Con mi hijo, yo no, tuvimos contacto con él el 30 de julio, no físicamente, hablando porque también nosotros venimos a dejar algunos carros, algunas cosas porque si nos pidieron varias cosas. Vinieron a dejar, quedaron de entregarlo a él en cuanto recibieran las cosas, las recibieron y a partir de ahí, el 30 de julio ya no volvimos a tener contacto con él”, recordó Martha Alicia.
Para ambas familias ha sido un proceso difícil ya que tuvieron que viajar a Veracruz para presentar las denuncias.
“Para nosotros ha sido muy difícil, primero porque no podíamos hacer la denuncia, nos mandaban para acá para el puerto para denunciar, pero la verdad es que teníamos mucho miedo”, dijo Sonia.
Mencionaron que la esposa de Daniel proporcionó varios datos a las autoridades, por lo que no se explican el porqué no hay avances.
“Exactamente fue en Cuauhtémoc, ahí ella comenta que los alcanzaron ahí; ella ha dado bastantes datos importantes, creemos que si debieran ya tener algo aquí”, dijo Martha.
Orlando Estrada González de 42 años al momento de su desaparición, salió de su casa en Medellín, la tarde del 28 de julio de 2020, para ayudar a un amigo que había chocado, esa fue la última vez que lo vieron.
Rocío Fernández, esposa de Orlando, dijo que el 28 de julio de 2020, su marido estaba en casa y alrededor de las 3 de la tarde recibió la llamada de un amigo que le pidió un favor.
“Él desapareció porque le habló su amigo Luis Ángel que había chocado, que si le podía ir a ayudar, y él dijo ‘sí, yo conozco a tránsitos y te voy a echar la mano, él fue y ya no regresó”, relató.
El amigo al que fue a ayudar, Luis Ángel, quien también está desaparecido, vivía en Puente Moreno, pero desconoce a qué lugar acudió su esposo Orlando.
Recuerda que ese mismo día por la noche recibieron una llamada para pedirles dinero por la libertad de su esposo quien se dedicaba a la compra – venta de carros.
Pese a que realizaron el pago para la liberación de Orlando, el cual efectuaron cinco días después de su desaparición, y que la familia logró escucharlo y saber que estaba vivo. El taxi donde supuestamente lo enviarían de vuelta a casa nunca llegó.
A tres años de la desaparición de su esposo, Rocío señala que no hay avances en la carpeta de investigación.
“Tengo tres años con la denuncia y es la fecha que no hay avances, no hay nada. Le digo a las autoridades, al presidente López Obrador, al gobernador Cuitláhuac, que hay muchos desaparecidos, que vean las carpetas de todas nosotras; no es cualquier animalito, es una persona, es un ser humano que nos hace falta tanto a mis hijos como a mí”, mencionó.
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