¡No, pos qué poca! La banda de la calle JP Silva, ahí en la colonia Formando Hogar, anda bien enchilada porque unos vatos sin corazón se aventaron la tala de varios árboles y, como si no fuera suficiente, dejaron todo el desastre regado en las banquetas de JP Silva y la calle Jiménez. No nomás tumbaron los árboles sin avisar ni pedir permiso, sino que les valió un cacahuate y abandonaron ahí los troncos, las ramas y un montón de hojas, como si la calle fuera su basurero personal.
Los vecinos dicen que, aparte de la tristeza de ver menos árboles, ahora la calle parece un muladar. La neta, qué coraje, porque ya de por sí hace un calorón de la fregada, y sin esos árboles, el sol pega más recio. No es solo el daño al medio ambiente, sino que ahora todo está hecho un cochinero. Hasta parece que les faltó barrio a los que hicieron esto, porque dejaron un tiradero digno de un basurero clandestino.
Y lo peor es que el desastre quedó justo en la esquina de la Escuela Primaria Miguel Hidalgo. Imagínense, los morritos tratando de pasar entre ramas como si estuvieran en un campo de guerra, y las mamás con el Jesús en la boca porque el mugrero está por todos lados. No faltó quien dijera que eso hasta podría ser peligroso, porque con el aire, un tronco mal puesto puede salir volando y armar una tragedia.
Los vecinos ya andan que echan chispas, porque nadie sabe quién fue el desgraciado que decidió deshacerse de los árboles así nomás. Lo que sí es un hecho es que nadie se ha hecho responsable, y mientras tanto, los afectados son los de siempre: la gente que tiene que lidiar con este mugrero todos los días.
Además, muchos en la colonia están pidiendo que alguien venga a limpiar, porque el montón de ramas ya está empezando a estorbar bien gacho. No solo se ve feo, sino que hasta puede atraer bichos o ratas. Y si a eso le sumamos que la calle ya está llena de baches y basura, pues peor tantito. No falta el que dice que si nadie hace nada, al rato hasta los carros van a tener que esquivar troncos como si fuera rally.
Así que ahora la bronca es ver quién se pone las pilas y arregla este desastre. ¿Será que los vecinos tendrán que organizarse y limpiar por su cuenta? Lo que está claro es que no se vale que se pasen por el arco del triunfo a la colonia y la dejen hecha un basurero nomás porque sí. La gente quiere respuestas y, sobre todo, que esto no se vuelva a repetir.
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