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Uveros, de los árboles más resistentes de Veracruz

El uvero es un árbol importante para Veracruz porque aunque no tiene una apariencia estética sí es muy funcional
Veracruz | 2023-09-28 | Heladio Castro
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El uvero es un árbol importante para Veracruz porque aunque no tiene una apariencia estética sí es muy funcional para contener las tolvaneras que se producen sobre todo en temporada de frentes fríos y nortes, al igual que las casuarinas.

La diferencia es que la casuarina tiene forma de conífera y llega a ser muy alto. El cambio el uvero sí crece alto pero no tal alto como una casuarina.

Sin embargo es capaz de resistir los nortazos más fuertes y es un muy buen auxiliar para contener a las dunas que se extienden en la zona norte de la ciudad y en cercanías de la costa, explica el biólogo Celso Hernández Aponte, quien ha desarrollado acciones para reforestar en esa área.

“El uvero es un árbol que crece, llega a alcanzar hasta 5 metros de altura. Sus hojas son muy gruesas y el golpeteo del viento con arena no daña a esa planta: es muy resistente, por eso la utilizan muchísimo como frente de mar en el caso del uvero.

Ese árbol de hojas grandes redondas y tronco chueco forma una especie de techo con las ramas de su copa y hace las veces de una casa, donde se puede tomar la sombra porque apenas deja filtrar algunos rayos de sol.

Es tan fuerte, que pese a los frentes invernales más fuertes, rara vez o nunca se llega a ver un uvero derribado a causa de un nortazo con rachas superiores a 100 y hasta 120 kilómetros por hora, a diferencia de los árboles que se suele sembrar en banquetas y en camellones.

Al acercarse al uvero se aprecian racimos de una fruta pequeña, verde y redonda, que parece una uva pero no lo es. De hecho, cuando los niños las ven se refieren a ellas como ‘uvas’.

El uvero es común en la zona norte de la ciudad, en inmediaciones del bulevar Fidel Velázquez y la zona conocida como La Pinera.

También es posible verlo en inmediaciones de lo que era Playa Norte y también en el patio de alguna vivienda en alguna colonia popular, pero no es común, más bien es bastante raro porque su apariencia no es vistosa.

Si el norte de la ciudad de Veracruz no estuviera sembrado con casuarinas y uveros, los efectos de los ‘nortes’, que no tardan en comenzar serían peores de lo que suelen ser.

Cabe recordar que cuando terminan los nortes con rachas de hasta 120 kilómetros por hora las calles quedan bañadas de arena, incluso en colonias lejanas de la playa.

“Pero si no hubiera casuarinas ni uveros, la situación sería realmente caótica, porque en particular las casuarinas forman, gracias a su altura de varios metros, una especie de cortina que contiene a la lluvia de arena”, señaló Hernández Aponte.

El uvero también cumple esa función aunque no es tan alto como la casuarina, pero también forma una especie de techo con las ramas que salen de su tronco no tan grueso como el otro árbol, pero del que salen varios brazos que contribuyen a darle la forma de cuevas arbóreas.

MANGLARES Y OTROS

El biólogo destaca que existen en la región otras especies que ayudan a contener los arenales de los nortazos, aunque no con la contundencia de la casuarina, y son más vistas en los alrededores.

“Está el pionche, que es otro árbol típico, tiene su palo amarillo. También está el roble y está el cedro, que son especies típicas nuestras.

“Tenemos también las 4 especies de mangle, que son típicas para el avance que originan los nortes hacia tierra, y son ecosistemas especiales para detener los avances del mar hacia la tierra. Donde hay manglar es difícil que el mar con el movimiento del viento pueda avanzar a tierra.

Además es refugio de especies silvestres, la migración de aves y otros factores importantes como la descomposición de las hojas para la producción de comida.

Resaltó que al sembrar un árbol de 15 metros para arriba debe dejarse una distancia de 7 a 8 metros entre árbol y árbol, para que la copa cuando crezca no compita con los demás ni tape la iluminación en las noches.

En cuanto a los terrenos ganados al mar, como es el Malecón de Veracruz, Hernández Aponte recalcó que en esos espacios es muy complicado el mantenimiento porque siempre hay que regarlos y ponerles guías.

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