El investigador de la Universidad Autónoma de Baja California, Sergio Raúl Canino Herrera, señaló que es necesario realizar ajustes a los parámetros que se utilizan para medir la calidad del agua de mar en México.
Al participar con la ponencia de oceanografía química “Indicadores de calidad de agua de mar (ICAM): valores críticos, interpretación y necesidad de legislar en México”, en el marco del XII Congreso Nacional de Oceanografía 2023 y la IV Reunión Internacional de Ciencias Marinas, mencionó que hay una incongruencia en la legislación ambiental debido a los indicadores usados para definir la calidad del agua.
“Básicamente la incongruencia es que unas normas, tenemos tres, una de las normas te habla de unos indicadores, por ejemplo salud, ¿qué le interesan? pues nada más las bacterias, y en base a las bacterias se establece si es limpia o no una playa. Pero eso no te asegura que la playa esté limpia”, señaló.
Dijo que son muchos factores los que se deben considerar para determinar la calidad del agua de mar.
“Muchos, para empezar parásitos, por ejemplo los parásitos viven o sobreviven mucho tiempo en el mar sí, y eso no está siendo evaluado ni en la normativa, ni se hacen evaluaciones o monitoreo; les vamos a mostrar unas mediciones que hicimos durante un año desde Tijuana hasta Ensenada, que son como 90 kilómetros de playas y todas ellas tienen parásitos”, agregó el investigador.
Recordó que hace unos años, en el marco de un Congreso de Playas Limpias se certificó a Ensenada con esta distinción, sin embargo, ese mismo año investigadores evaluaron la calidad del agua y era pésima, la cual autoridades de Salud certificaron como limpia.
Las playas de Ensenada, Tijuana y de Rosarito, en Baja California, han calificado como aptas en las mediciones de las autoridades, sin serlo, aseveró.
Canino Herrera lamentó que pese a exponer estas deficiencias a las autoridades, no se realicen ajustes a los mecanismos para medir la calidad de agua de mar.
“En el 2012 hicimos un proyecto para la Conagua, nos financió durante dos años un proyecto de playas limpias para la zona de Tijuana, Ensenada; durante todos esos años todos los datos los manejaba Conagua, tenía conocimiento, supo y no pasa nada”, dijo.
El tema también fue llevado al Congreso de la Unión, donde poco pudieron hacer por convencer a diputados federales para abordar el tema.
“Lo que queremos proponer, que esté documentado la forma adecuada que se debe de analizar, colectar la muestra, cuáles son los valores más adecuados, que esté documentado para que uno tenga referencia o para que cualquier persona pueda tener o decir si está limpia o no está limpia”, comentó.
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