Los templos religiosos, igual que las escuelas, fueron víctimas de los amantes de lo ajeno durante la pandemia.
Víctor Hugo Galicia Martínez, coordinador del Consejo Estatal Evangélico, admitió que los ladrones aprovecharon la escasa movilidad y el cierre de inmuebles al que obligó el semáforo epidemiológico para sustraer equipo de sonido, instrumentos y proyectores.
Consideró necesario reforzar la seguridad, pues municipios como Veracruz se mantienen en rojo y con ello persisten restricciones en aforos e incluso suspensión de actividades, lo que facilita que se cometan ilícitos.
Dijo desconocer el número de robos reportados, sin embargo, aseguró que van en aumento debido a la falta de empleo y oportunidades.
“Las escuelas, los templos, la delincuencia organizada aprovecha estos espacios en los que no hay nadie, hemos pasado por estas cosas, ahí quisiéramos ver a las autoridades invirtiendo su tiempo en la seguridad de nuestra gente”.
La mayor cantidad de hurtos se reportó en templos alejados del centro de Veracruz, es decir, en las colonias de la periferia.
“En los lugares donde hay menos recursos, las colonias populares siempre donde se tiene mayor incidencia porque obviamente hay menos seguridad. Se llevan equipo de sonido, instrumentos, proyectores”.
Insistió en que se necesita reforzar la seguridad en el Estado de Veracruz ya que los delitos van en aumento.
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