Taxistas jarochos temen ser atropellados por aplicaciones

Si los trabajadores del volante no se unen contra sus competidores de la informalidad, podrían terminar desplazados por las aplicaciones de internet y con la venia oficial, como ya ocurre en Quintana Roo, alertó Mario Ortiz Martínez, presidente de la Coalición de Taxistas de Veracruz.

Lamentó que un juez en Cancún haya dictaminado recientemente a favor de una aplicación de taxis, lo que irritó a los taxistas organizados porque “les mete con calzador” a una competencia desleal que tiene cero inversión y sólo ganancias pues no gasta un centavo.

Un tribunal federal hace la consideración para buscar la protección en todo el país, para todos los estados, el que pudieran protegerse los particulares para prestar el servicio en los estados donde ya lo están prestando, para que liberen el transporte y generar una jurisprudencia que venga a dañar a Veracruz, donde sí existe una legislación protectora a favor del taxista concesionado. A ellos no los regula nadie: tú te subes a un vehículo particular sin saber siquiera quién lo conduce; no es como a nosotros, que nos regula una licencia especial, la autoridad conoce quién trae un vehículo, el seguro que estamos obligados a traer para que si ocurre un accidente el pasajero esté protegido

Descartó una actitud caprichosa de los taxistas organizados y recalcó que se debe pensar en los pasajeros, muchos de los cuales pueden ser turistas, adultos mayores, jefas de familia y personas vulnerables, quienes estarían a merced de conductores.

“Estamos prácticamente despidiendo el año con un mal criterio, Creo que es un criterio que se tiene que revisar, que todavía se va a debatir en ese estado por el gremio taxista, en el cual se está buscando coordinar en todo el país al gremio, para defendernos”, señaló el presidente de la Coalición de Taxistas de Veracruz.

La inconformidad de los taxistas en Veracruz es que mientras los conductores establecidos tienen que pagar cursos que organiza Transporte Público, y otras restricciones, los taxistas informales no pagan absolutamente nada y tienen todo al alcance.

No tienen que pasar verificaciones, no los persiguen agentes de Tránsito ni de Transporte Público: simplemente hacen sus recorridos con el pasajero a bordo y no parecen interesarle mucho a los uniformados.

Hizo hincapié en el peligro de que esa tendencia jurídica se extienda a todo el país y sepulte a quienes invirtieron en comprar un automóvil, para pasar por encima de los reglamentos y legalizarlas.

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