Antonio Tarek Abdalá Saad, extesorero del gobierno de Veracruz durante la administración del priista Javier Duarte, compareció ante un juez federal y reveló detalles sobre el manejo irregular de recursos públicos en el estado.
De acuerdo con el periodista Arturo Ángel, quien tuvo acceso a la comparecencia realizada el pasado 11 de febrero, en la cual Abdalá Saad proporcionó información sobre el esquema de desvío de fondos como parte del proceso contra Gabriel Deantes, exsubsecretario de Finanzas.
Según su testimonio, los recursos fueron utilizados para ocultar la deuda pública, incrementar sueldos de funcionarios, financiar pagos a medios de comunicación y cubrir gastos personales del exgobernador.
Detalló que desde el 2018, la Fiscalía General de la República (FGR) le ofreció un criterio de oportunidad a cambio de detalles sobre la forma en que operaban los desvíos dentro del gobierno de Veracruz.
En su declaración, el exfuncionario explicó que los fondos federales eran transferidos a una cuenta concentradora, y su disposición requería la autorización de Duarte a través del secretario y subsecretario de Finanzas, antes de llegar al tesorero.
""Estas a veces eran para funcionarios, a veces eran para personas externas, pagos a compromisos personales de él como oye... una cena en tal lugar o unos trajes en tal lugar; o sea se utilizaba como para una caja personal", confesó.
Parte de estos desvíos también se destinaron a sobornos para medios de comunicación y a pagos denominados "tacos", que servían para nivelar los salarios de funcionarios estatales con los de nivel federal.
Además, reveló que, por órdenes del exgobernador, no se reportaba un déficit mensual de mil millones de pesos para evitar conflictos con los acreedores del estado.
Luego de la publicación de estas declaraciones, Javier Duarte reaccionó en X (antes Twitter), descalificando las acusaciones de su excolaborador y asegurando que no existen pruebas documentales en su contra.
"Los cobardes son capaces de hacer o decir cualquier estupidez aunque traicionen los principios éticos y morales más elementales a cambio de salvar su pellejo, los Yunes son un claro ejemplo de esto, otro es Tarek Abdala quien gracias y únicamente a sus dichos (imposibles de comprobar su veracidad ya que no existe un sólo documento o dato de prueba que respalde sus acusaciones) es testigo protegido de la FGR y por lo tanto las autoridades judiciales y algunos medios de comunicación toman su palabra como una verdad absoluta, gozando además de total impunidad a pesar de haber confesado su participación en la comisión de delitos en los que por ley él es el único responsable.
Lamentablemente en México tenemos un sistema de Justicia en el que se permiten y promueven este tipo de aberraciones", posteó Javier Duarte.
También, exgobernador insistió en que estas declaraciones forman parte de un esquema de testigos protegidos que buscan obtener beneficios legales a cambio de incriminar a otros exfuncionarios.
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