A menos de un año de que concluya la administración municipal, Daniel Martín Lois, regidor octavo del ayuntamiento de Veracruz y militante de Morena, hace un balance de su gestión. Empresario de origen incursionó en la política en 2021, cuando fue electo edil. Hoy, asegura que su visión de la ciudad ha cambiado por completo.
"Antes de ser regidor, cuando Ricardo Exsome me invitó a participar en su planilla siendo él candidato a la alcaldía, sí tenía un poco de miedo porque había mucho que aprender. Conocía Veracruz, pero la regiduría me permitió adentrarme en las zonas vulnerables, en colonias que ni siquiera sabía que existían. Ahora tengo una perspectiva mucho más amplia de la ciudad y de su complejidad", afirma.
El regidor octavo considera que Veracruz no ha tenido una estrategia de crecimiento adecuada y que el rezago que enfrenta no podrá resolverse en una sola administración.
"Algunas partes de la ciudad parecen de primer mundo, pero hay zonas muy vulnerables que requieren atención urgente. Por ejemplo, los problemas de socavones relacionados con el cambio en los mantos acuíferos podrían agravarse si no se atienden pronto", explica.
Uno de los programas que ha impulsado desde su regiduría es "Díselo a Lois", un canal de comunicación vía WhatsApp donde los ciudadanos reportan problemas cotidianos como luminarias fundidas, baches y parques en abandono.
El regidor responde a las peticiones que recibe gestionando ante las direcciones del Ayuntamiento de Veracruz para resolver el problema que le reportan; en promedio, ha logrado atender entre 300 y 400 solicitudes.
Sobre su experiencia en la política, Martín Lois admite que ha sido desafiante combinar su faceta empresarial con el servicio público.
"Antes era dueño de mi tiempo, ahora es la gente quien lo rige. No tenía jefes ni enemigos y ahora tengo ambos. Entrar a la política cambia la dinámica de muchas cosas", reconoce.
A pesar de los retos, no descarta continuar en la política si tiene la posibilidad de generar un impacto positivo.
Uno de los mayores obstáculos que enfrentó fue ser regidor de oposición en un Ayuntamiento dominado por el PAN. "El primer año fue muy complicado. Nos bloquearon recursos, no podíamos contratar personal de confianza y hubo revisiones constantes a los negocios. Sin embargo, con trabajo y transparencia logramos salir adelante", comenta.
Pese a los desencantos de la política, asegura que su enfoque sigue siendo el mismo: trabajar por la ciudad. "Soy una persona romántica en las decisiones que tomo. Me gustaría que todos jaláramos para el mismo lado, pero la política no siempre funciona así. Aun así, seguimos trabajando", concluye.
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