Se manifiestan para exigir información de personas detenidas en cateo, en Medellín

A 24 horas del operativo implementado en una casa de la colonia Lázaro Cárdenas del municipio de Medellín de Bravo, familiares de las tres personas que fueron llevadas por elementos de la Fiscalía General del Estado, se manifestaron para exigir información sobre sus paraderos, ya que no han tenido contacto alguno con ellos.

Un grupo de personas realizó una significativa caminata desde el cruce del libramiento paso del Toro Santa Fe con el puente que va hacia Jamapa hasta la fachada del palacio municipal para pedir que aparezcan sanos y salvos.

El pasado martes a temprana hora, decenas de elementos de las distintas fuerzas del orden público llegaron hasta el domicilio situado en la intersección de las calles Venustiano Carranza y Francisco I. Madero para realizar un careo.

Como se informó en su momento, los agentes irrumpieron por la fuerza, llevándose presuntamente a tres personas identificadas como Maura Nayeli "N", Octavio "N" y Pablo "N", pero sin explicarle a sus familiares de qué delito se les acusaba.

Los testigos señalaron que los agentes entraron cerca de las 4 de la mañana y los mantuvieron ahí encerrados en una de las habitaciones durante horas mientras registraban toda la propiedad.

Incluso informaron que los elementos se llevaron una motocicleta y saquearon la tiendita de abarrotes que tienen como negocio, de la que se llevaron dinero de la caja registradora, la "morralla" de las máquinas traga monedas y diversa mercancía de los refrigeradores y anaqueles.

A un día de este cateo, la Fiscalía General del Estado aún no les ha dado información alguna sobre a dónde se los llevaron o cuál fue el motivo, por lo que decidieron realizar esta manifestación para pedir explicaciones.

Ya a las afueras del Ayuntamiento de Medellín, fueron recibidos por el secretario, Rubén Jiménez, quien los ingresó para dialogar con ellos y ver de qué manera podían ayudarlos para saber el paradero de estas tres personas.

Los manifestantes hicieron hincapié en que todos ellos son personas trabajadoras, pues la joven se dedica a la venta de productos por catálogo, su novio trabaja en la Coca Cola y su suegro es taxista, por lo que no tienen idea de qué delito pudieran estarles imputando.

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