Como es sabido, los vendedores de pinos de navidad tienen su temporada de ventas más fuerte precisamente en la recta final del año, pero durante los demás meses se dedican a otras actividades en sus lugares de origen.
En el caso de Eutaquio Katalt, proveniente del Estado de México, la producción y venta de tunas es lo que le da sustento a él y a su familia, sin embargo este año la pandemia afectó la venta de manera considerable.
“Nosotros trabajamos sembrando y vendiendo la tuna, es una temporada más larga que esta (pinos de navidad), allá se empieza desde mayo y se llega a terminar hasta noviembre. Hubo producción pero no hubo la venta esperada, se nos quedaron huertas enteras de tunas se dejaron caer porque el precio estaba muy bajo y no había venta”, comenta.
Aseguró que hablando de toneladas, si al año sacaban 10 toneladas por decir un ejemplo, nada más se llegaron a recuperar unas 6 o 5, por lo que desafortunadamente tuvieron que dejar que el producto se cayera solita. Es decir, la merma fue bastante.
LA ESPERANZA
“De lo poquito que se llegó a recuperar de ahí estuvimos sobreviviendo”, dice el campesino quien afirma que no se dedicaron a otra actividad comercial en la cuarentena.
Él y otra familia llegaron a Boca del Río hace 3 días para ofrecer 4 o 5 especies de pinos cultivados en Canadá con fines de arbolitos de navidad. Algunos de los árboles son pintados de algún color además de que venden piñatas.
Los árboles que ofrecen son: el abeto o pino Douglas, el pino Norman, pino Ponderosa y el de mayor calidad, el pino o abeto Noble.
Todos los pinos traen su etiqueta con permiso para vender, además de que se impondrán medidas de seguridad sanitaria y contarán también con vigilancia constante por parte de la policía municipal del municipio.
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