Andrés Manuel López Obrador fue contundente y, palabra por palabra, envió un claro mensaje desde el World Trade Center Veracruz.
“Se acabó la robadera, ya no se va a permitir que se roben los bienes que son de todos los mexicanos”, advirtió el presidente de la república.
En una reunión con personal del gobierno federal que empezó después del mediodía, señaló ataques de sus detractores a quienes según él, se les acabaron los beneficios de los que gozaban en los años recientes.
“Entonces van las campañas en contra mía, y tengo el orgullo, porque decía un liberal, Ponciano Arriaga, ‘entre más me golpean más digno me siento’, tengo el orgullo de poder decir: láncense”.
Era una reunión a la que acudieron servidores de la nación, ante quienes el tabasqueño recordó que así ha sido siempre que quienes usan el poder a su conveniencia propia se asumen amenazados de perder privilegios.
Y entonces vienen las respuestas.
“Desde la época del presidente Madero, apóstol de la democracia, los medios de información no atacaban tanto a un presidente. Pero qué nos hacen? Primero, estamos tranquilos con nuestra conciencia, qué ése es nuestro tribunal: estar bien con nuestra conciencia, actuar con rectitud y con honestidad y en beneficio del pueblo.
“Eso, primero. Y segundo, sabernos sentirnos reconocidos por el pueblo, apoyados por el pueblo. Por eso nos hacen lo que el viento a Juárez”, puntualizó López Obrador.
Y el World Trade Center se repletó de aplausos.
Encuestas
Pero el tabasqueño no paró ahí y siguió.
“Me extraña que cómo si están dale y dale todos los días, un día sí y otro también, atacándonos; y hacen encuestas y 70 por ciento de aprobación. No es para tirar aceite”, remarcó el presidente de México.
Y de nueva cuenta, los aplausos y coros lo arroparon.
¡“Es un honor estar con Obrador!, ¡es un honor estar con Obrador”!, se repetían.
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