¿Sabes porqué diciembre es el mes en que más se pierden los perros?

En diciembre inicia el suplicio del ruido para los sensibles oídos de los perros a causa de las personas inconscientes que lanzan los artefactos de pólvora conocidos como cohetes o tronadores, lo que en ocasiones provoca el extravío canino, alertó Alfonso Cruz Hernández, voluntario del albergue La Roca.

Lamentó que conforme se acercan las posadas, la Nochebuena y el Año Nuevo se multiplique la venta de pólvora y que padres de familia le compren a sus hijos desde cohetes, chifladores, palomas y  otros productos para que los arrojen por el aire y estallen en medio de un estruendo que asusta a los animales domésticos.

Por eso apeló al sentido común de las personas para que se abstengan de utilizar esos materiales.

“Es año con año, estamos a tiempo de que la gente se prepare y prepare a sus mascotas. Uno recomienda empezar a tener algún lugar donde ellas se sientan seguras cuando empiece la tronadera, lleva un lapso: acostumbrarlos a un ruido, no exponerlos a esos ruidos porque sufren mucho por el tremendo ruido que ellos perciben porque sus oídos son más sensibles y empiezan a chillar por eso y se alteran, buscan la manera de escapar, incluso cuando los dejan solos ellos buscan salirse por algún resquicio.

Perros temerosos por los cohetes. FOTO: WENCESLAO FUENTES

“De hecho aumenta más o menos un 50 por ciento el extravío de perros en este tiempo por esa razón, porque salen huyendo pues ellos buscan un portón para salirse por la misma desesperación y después ya no pueden regresar”, señaló Cruz Hernández.

Recalcó que en diciembre se disparan mucho los casos de perros perdidos, a lo que también contribuye la negligencia de nosotros mismos por no revisar los espacios por donde sus mascotas podrían escapar por falta de revisión de espacios, movidos por la desesperación.

Admitió que ha bajado un poco el uso de objetos de pólvora debido a las campañas de concientización, pero aún falta mucho por hacer.

Pidió a los padres de familia ser conscientes y no permitir a sus hijos que usen pólvora; y a los dueños de mascotas, tratar de acostumbrarlas poco a poco al ruido porque no pueden luchar contra personas que no razonan y que insisten en usar la pólvora como un producto para la diversión.

“Ellos andan desesperados en la calle porque no saben andar y pueden perder hasta la vida porque en su desesperación de huir pueden ser atropellados o ser atacados por otros perros.

La mayoría tienden a ser atropellados en la calle en su desesperación por huir del ruido de la pólvora al explotar”, subrayó Alfonso Cruz.

El ruido de los cohetes lastima a los perros porque su oído es más sensible, indicó.

Dijo que tomará mucho tiempo cambiar la mentalidad de las personas y mientras tanto, los perros seguirán sufriendo a causa del ruido.