La Dirección de Protección Civil de Veracruz recomienda evitar conducir durante la lluvia debido a los múltiples riesgos que esto representa tanto para el conductor como para otras personas en la vía pública, uno de los principales factores de riesgo es la disminución de la visibilidad.
La lluvia, especialmente si es intensa, dificulta ver claramente el camino, otros vehículos, peatones y señalamientos, lo que aumenta considerablemente la posibilidad de un accidente.
Otro peligro importante es la pérdida de adherencia entre las llantas y el pavimento mojado, lo que puede provocar derrapes, sobre todo si los neumáticos están desgastados. Además, se presenta el fenómeno del hidroplaneo, cuando las llantas pierden contacto con el asfalto debido a una capa de agua, haciendo que el conductor pierda el control del vehículo.
Las lluvias también pueden ocasionar fallas mecánicas en los vehículos, como en los frenos o en el sistema eléctrico, lo que complica aún más la conducción segura. Asimismo, el tiempo de frenado aumenta, lo que exige mayor distancia entre los autos para evitar colisiones.
En zonas montañosas o rurales de Veracruz, existe el riesgo añadido de deslaves, caída de árboles o piedras, que pueden obstruir el camino sin previo aviso.
Finalmente, durante lluvias fuertes, muchas vialidades pueden ser bloqueadas por inundaciones o emergencias atendidas por autoridades, lo que puede dejar a los conductores atrapados o forzarlos a desviarse por rutas peligrosas o no pavimentadas.
Durante la temporada de lluvias, los accidentes viales en el estado de Veracruz pueden incrementarse hasta en un 50%, según datos reportados por medios locales y autoridades de Protección Civil. Esto se debe principalmente al pavimento mojado, la visibilidad reducida, y las deficiencias estructurales de algunas carreteras.
Veracruz reporta aproximadamente 10,000 accidentes viales al año, con un saldo de alrededor de 750 personas fallecidas y más de 7,000 lesionadas gravemente.
Aunque no siempre se especifica cuántos de estos accidentes ocurren exclusivamente durante las lluvias, las autoridades han alertado que las condiciones meteorológicas adversas son un factor determinante en muchos de ellos.
Estas cifras reflejan la urgencia de adoptar medidas preventivas al volante durante las lluvias, como reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad entre vehículos y evitar maniobras bruscas. También se recomienda que, si no es necesario conducir, se permanezca en casa o se espere a que las condiciones mejoren antes de salir.
Antes de conducir bajo la lluvia, es fundamental revisar ciertos elementos del automóvil para reducir el riesgo de un accidente. Uno de los puntos más importantes son los neumáticos: deben tener un dibujo profundo y estar en buen estado, ya que esto mejora la tracción en el pavimento mojado. Además, la presión debe ser la adecuada, ya que tanto una presión baja como alta puede afectar la estabilidad del vehículo.
También es esencial verificar el funcionamiento de todas las luces, incluyendo faros, luces traseras, direccionales y luces de freno. Esto ayuda a ver el camino y a que otros conductores te vean. Igualmente, los limpiaparabrisas deben limpiar bien el parabrisas sin dejar rayas, y el depósito de agua debe estar lleno para garantizar buena visibilidad.
El sistema de frenos debe estar en buen estado, sin ruidos extraños ni sensaciones anormales al presionar el pedal. Además, el sistema de calefacción y desempañador es importante para mantener los cristales libres de vaho. También conviene revisar la batería y el sistema eléctrico en general, ya que la humedad puede afectarlos.
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