Por desconocimiento, muchas personas al toparse de frente con un animal actúan con temor y ese miedo puede llevar a actitudes dañinas hacia el ejemplar, alertó José González Martínez, presidente de la Asociación Mexicana para la Conciencia Animal.
Explicó que ante la costumbre de algunas familias de tener animales exóticos y luego desecharlos como algo inservible, lo mejor es acudir a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), donde tienen el conocimiento de cómo manejar a las especies exóticas y dónde resguardarlas.
"Cuando una persona se topa con una boa o un lagarto, qué hace. Lo primero que hace es llamar a Bomberos o a Protección Civil: lo curan y después lo liberan en un área natural protegida.
Un ejemplo: la tigresa que llegó al Zoológico de Veracruz, que no es del ecosistema, la revisan médicamente que esté bien, se le busca un hábitat acorde al ejemplar, que pudo haber sido extraído del crimen organizado. En esos casos se busca una unidad que esté acorde al ejemplar.
"Si el ejemplar fue extraído del crimen organizado se le rehabilita para reinsertarlo en su hábitat, que pueda cazar y reinsertarse en su hábitat. En cuanto a las boas, eso se dio mucho en la Riviera Veracruzana, al construir vivienda en una zona silvestre las desplazaron y quienes les invadimos su hábitat fuimos nosotros", explicó González Martínez
Fue enfático en que a esas especies se les debe rehabilitar y devolver a su hábitat original.
Recalcó que una boa no ataca por atacar, sólo si se siente agredida.
El 80 por ciento de los ejemplares se reintegran con éxito a su hábitat.
"Más que crear zoológicos, hay que crear áreas naturales protegidas. Ése es el nuevo concepto que se debe cumplir; para contacto con una boa los expertos son los bomberos de Veracruz", subrayó González Martínez.
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