La violencia sexual infantil es una de las agresiones más severas contra la integridad física y psicológica de niñas, niños y adolescentes, consideró la abogada Estefany cruz Aguilar.
“La violencia sexual infantil es todo contacto y/o actividad sexual entre una niña, niño, adolescente y una persona que ejerce una posición de poder sobre él o ella, sin su consentimiento o valiéndose de amenazas, violencia física, psicológica u obteniendo su consentimiento por medio de engaños”, explicó.
Agregó que se configura con acciones de naturaleza sexual, que además de comprender la invasión física del cuerpo humano, pueden incluir actos que no involucren penetración o incluso contacto físico alguno.
“Pueden ser situaciones como forzarles a realizar comportamientos eróticos, ver imágenes pornográficas o exponerles a ver relaciones sexuales de otras personas”, manifestó.
Afirmó que ante esta terrible realidad, es importante que madres, padres y personas cuidadoras identifiquen algunas recomendaciones para prevenir la violencia sexual infantil.
“La comunicación familiar es la mejor forma de prevención, por lo que es importante dedicar tiempo para comunicarte con niñas, niños y adolescentes, para generar un ambiente de confianza y puedan pedir ayuda en caso de sentirse en peligro”, afirmó.
Recomendó enséñales a decir NO y que hay zonas de su cuerpo que solo pueden tocar ellas y ellos, así como que no están en obligación de tocar el cuerpo de otra persona. Un límite fácil de recordar es la ropa interior.
“Hay que enseñarles qué hay secretos buenos y malos, crea un clima de confianza y enséñales que un secreto que les preocupa, les hace sentir incomodidad o les asuste, no debe mantenerse en silencio”, dijo.
“Enseñarles los riesgos que existen a través de internet y redes sociales, es importante que les alertemos sobre la falsa identidad de algunas personas que les contacten porque pueden aprovecharse y tener intención de hacerles algún daño”, añadió.
Manifestó que no dejarles solas o solos nunca, explicarles que no se deben aceptar regalos ni favores de personas desconocidas, que no se deben abrir puertas a personas extrañas, además es necesario conocer a sus amistades y personas con las que pasan su tiempo.
“No poner en duda su palabra, cuando nos dicen que han sufrido violencia o abuso sexual. Para ella o él significa un gran esfuerzo porque se sienten mal, por eso hay que reconocerles como personas valientes al hablar sobre lo que les ha ocurrido y hacerles saber que mamá o papá van a hacer lo posible para protegerles”, subrayó.
¿Cómo se puede identificar física, mental o emocionalmente que niñas, niños y adolescentes están siendo violentados sexualmente?
“Hay evidentes signos y síntomas físicos como laceración o moretones en el área genital. Dolor o molestias en sus partes íntimas, molestia al orinar, retención de heces o heces verdosas, hemorragia rectal o vaginal en niñas, infecciones urinarias recurrentes”.
Infecciones de transmisión sexual, VIH, virus de papiloma humano o embarazo, enlistó.
Además dijo que entre los problemas emocionales dijo que se encuentran los miedos, fobias, depresión, ansiedad, baja autoestima, culpa, conductas suicidas, autolesiones.
“Pero además hay otros tipos de problemas, tenemos los cognitivos: conductas hiperactivas, problemas de atención y concentración, descenso en el rendimiento académico. También problemas de relación: disminución en la cantidad de amistades, aislamiento social”, aseveró.
Además de los problemas funcionales: pesadillas, pérdida del control de esfínteres.
Trastornos de la conducta alimentaria: anorexia (evitan la comida, la restringen severamente o sólo comen cantidades muy pequeñas), bulimia (comportamientos para compensar el exceso de comida, como vómitos forzados, uso exagerado de laxantes o diuréticos, ayunos, ejercicio excesivo) y el trastorno por atracón (pierden el control sobre lo que comen).
Y finalmente la conducta sexualizada: masturbación compulsiva, imitación de actos sexuales, uso de vocabulario sexual inadecuado, entre otros.
Recomendación
Si sospechas o reconoces señales de violencia sexual:
Escucha de forma atenta, sin juzgar y tranquilamente, hazle saber que le crees y que no tiene la culpa, no trates de indagar todo lo que pasó, espera la ayuda de una persona especializada.
Llama a la línea de emergencia 9-1-1 donde recibirás ayuda y orientación.
Acude a los servicios especializados de atención a la violencia de género y violencia sexual a una consulta; en caso de violación, la atención médica debe ser inmediata y las instituciones hospitalarias tienen la obligación de atender de emergencia, sin exigir alguna condición para su admisión
Presenta denuncia ante el Ministerio Público.
En México, si la niña o adolescente resulta embarazada a consecuencia de la violación, tiene derecho a que se interrumpa el embarazo acudiendo a una institución pública de salud.
A partir de los 12 años no se requiere denuncia previa, ni autorización de la madre, padre o persona tutora. (NOM-046-SSA2-2005)
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