Las personas con problemas auditivos e incluso ya con sordera no tienen que estar condenadas al silencio de por vida, pero deben acudir por ayuda médica adecuada para encontrar alternativas que le ayuden a llevar una vida normal, afirmó Manuel Manrique Rodríguez, director del Departamento de Otorrinolaringología de la Clínica de la Universidad de la Barra, en España.
En entrevista durante su participación en el Vigésimo Congreso Nacional de la Asociación Mexicana de Comunicación, Audiología, Otoneurología y Foniatría, destacó que hoy en día la sordera no necesariamente es una condena al silencio de por vida, si se recibe el tratamiento adecuado.
La tecnología brinda nuevas oportunidades a los pacientes para llevar una vida normal, como todas las personas sin problemas auditivos, pero hay que acudir a los profesionales.
Incluso los niños que nacen con algún problema auditivo no tienen por qué estar sentenciados al silencio eterno, subrayó Manrique Rodríguez.
Recomendó a los padres de familia ser muy observadores de sus hijos para detectar con oportunidad cualquier aparente irregularidad e iniciar el tratamiento adecuado.
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