Primer viernes de marzo: Por qué se usa el huevo para las limpias

El huevo ha sido utilizado a lo largo de la historia en rituales y prácticas místicas. Una de las aplicaciones más curiosas y fascinantes es su uso en las limpias o rituales de purificación.

Pero ¿Por qué se utiliza un huevo para este propósito?, ¿Qué hace que este objeto aparentemente mundano sea tan poderoso en el ámbito espiritual?

El huevo es un símbolo poderoso en muchas culturas, el cual representa la fertilidad, la vida y el renacimiento. A lo largo de los siglos ha sido utilizado en diferentes rituales relacionados con la sanación. En el caso de las limpias se utiliza como una herramienta para absorber y purificar las energías negativas que pueden estar afectando a una persona.

¿Cómo se hace la limpia con huevo?

Se debe conseguir un huevo fresco, en perfectas condiciones y a temperatura ambiente, que será utilizado como una herramienta para absorber las energías negativas que puedan afectar a una persona.

La limpia consiste en pasar el huevo por el cuerpo, con movimientos circulares realizados con la mano derecha, desde la cabeza hasta los pies (puede hacerlo otra persona, o incluso, el propio interesado). El orden es el siguiente: pelo, frente, ojos, boca, cuello, hombros, pecho, brazos, abdomen, piernas, rodillas y pies. A menudo, estos movimientos deben estar acompañados de oraciones, invocaciones o cánticos.

Después de haber sido pasado por el cuerpo, se debe que romper el huevo en un vaso con agua.

¿Cómo se interpreta la limpia con el huevo?

Si el huevo aparece con burbujas, hilos, manchas oscuras o cualquier otra anomalía en la clara, se considera que la persona tenía energías negativas o enfermedades que fueron eliminadas durante el ritual. Así mismo, la yema puede revelar información sobre el estado emocional de la persona, ya sea a través de cambios en su color, consistencia o forma.

Para entender el poder del huevo, debemos tener en cuenta que la efectividad de cualquier ritual o práctica espiritual radica en la creencia y la intención de la persona que lo realiza. Dicho alimento, al ser un símbolo tan arraigado en el imaginario colectivo, tiene el poder de concentrar la energía de la persona, convirtiéndose en un canal a través del cual se lleva a cabo la limpieza.