Poderozo, el artista urbano que transforma Boca del Río, Veracruz, con su creatividad

El arte urbano ha cobrado cada vez más importancia en la ciudad de Boca del Río, Veracruz, gracias a la creatividad de artistas como Miguel Ángel Rodríguez, mejor conocido como Poderozo. Recientemente, este artista plasmó una obra en los cristales de una edificación abandonada ubicada en el bulevar Manuel Ávila Camacho, la cual tardó solo 5 horas en completar.

La obra, que destaca por la perfección y el detalle, muestra el rostro de Agustín Lara, uno de los cantautores más icónicos de Veracruz. La creatividad y habilidad de Poderozo han logrado darle un nuevo aire a los espacios urbanos, convirtiéndolos en auténticas obras de arte que deleitan a todos los transeúntes que se detienen a admirarlas.

El artista solitario se mueve con destreza en el espacio que tiene delimitado, parece ignorar todo lo que lo rodea. Con sus herramientas de trabajo a mano y una mirada fija en la pantalla de su teléfono móvil, se concentra en cada aplicación de pintura en aerosol. Parece crear arte con la precisión de un relojero en un mural que abarca dos metros de largo por dos de ancho.

Conversando con Imagen de Veracruz, el Poderozo reveló que una obra como esa le cuesta alrededor de 1500 pesos en gastos de aerosoles, pero al observar la calidad del resultado final es fácil entender por qué es necesario invertir en materiales de calidad para que el mural perdure por mucho tiempo.

“Un mural, como este, de alrededor de dos metros de largo por dos de ancho puedo gastarme hasta mil 500 pesos, en pintura”, dijo.

Dado que no cuenta con el apoyo de ninguna instancia ni gubernamental ni privada, el artista busca la manera de financiar estos proyectos por su cuenta y ya ha logrado realizar más de 60 murales en la conurbación, principalmente en bardas abandonadas de colonias de Veracruz, con la finalidad de mostrar su talento y embellecer los espacios.

El arte de Miguel Ángel cada vez cobra más fuerza, pues igual se observa en bardas que en negocios, gimnasios, en donde lo llamen para plasmar nuevas creaciones. Uno de ellos es El Jibarito, donde se encuentran 3 de los que él considera son sus mejores murales.

“La pared de la fachada con los salseros de Puerto Rico. En el segundo piso, el mural del Viejo San Juan y las escaleras que van al tercer nivel, tienen el mural de peces marinos”, afirmó.

El artista siempre está dispuesto a plasmar su obra y sigue en su búsqueda de bardas y edificaciones abandonadas donde él pueda ver un buen lienzo para seguir pintando.

A través de su negocio de publicidad, donde realiza rotulación de taxis, serigrafía e impresión de volantes, Atenea Print Publicidad, logra obtener los recursos para seguir poniendo su sello a la ciudad. A través de sus redes sociales mantiene un vínculo con sus seguidores, a quienes les agradece todo el apoyo, las reacciones, los seguidores y difusión que le dan a su trabajo.

Para el artista cada uno de sus seguidores es importante para lograr su objetivo que es llevar el arte a más gente: “Graffiti, muralismo, arte contemporáneo, arte plástico, destrucción visual, o como usted lo guste llamar, este es el arte de mi generación, lo aprendí en el 2001 y hoy 2023 estamos aún en el aprendizaje y con muchas ganas de mejorar”, señaló.