Plantas de tratamiento deben garantizar productos de calidad y cuidar áreas naturales

El próximo ayuntamiento de Boca del Río deberá garantizar el funcionamiento cabal y óptimo de las plantas de tratamiento para garantizar un producto de calidad, aseveró Carlos Butrón Valenzuela, regidor décimo de ese municipio, con las comisiones de Ecología y Medio Ambiente.

Afirmó que el saneamiento es un pendiente para la comuna que iniciará funciones el 1 de enero del 2022, pues los boqueños requieren un líquido de calidad para su consumo, pero también vivir en un entorno saneado, sin contaminación y sin proyectos urbanos que agredan a la naturaleza.

Lo primero es que el organismo operador garantice acciones para que los consumidores reciban en sus viviendas el agua con niveles óptimos para su uso y por la salud de la comunidad.

“Hay 5 plantas de tratamiento, pero de las 5 sólo funciona la de Costa de Oro y a 50 por ciento; el año pasado a mediados de la pandemia activaron la de la Carranza, pero no creo que esté funcionando al cien por ciento porque están botando los drenajes de la colonia Carranza: queda claro que esa planta de tratamiento realmente no está funcionando como debería”, señaló Butrón Valenzuela.

El edil recomendó echar a andar cuanto antes todas las plantas y que mediante laboratorios certificados se garantice la calidad del agua para los boqueños, en forma mensual, conforme al reglamento respectivo.

Añadió que los intentos por construir fraccionamientos y otras acciones afectan drásticamente a la biodiversidad pues aunque estén inconclusos, lo ya avanzado obstruye el tránsito de animales y el flujo natural de las aguas pluviales en esta temporada, así como el movimiento de los caudales.

“Un particular hizo poner una barda perimetral a lo largo de toda su propiedad, son varias hectáreas, y evita que el agua corra hacia el manglar; entonces esas calles que no se inundaban, actualmente se están inundando”, señaló el regidor décimo del ayuntamiento boqueño.

Llamó especialmente a no permitir que en este momento ni en el futuro se modifique la vocación de Arroyo Moreno como área natural, con proyectos que alteren la biodiversidad, pues alertó que siempre existe ese riesgo en aras de falsos proyectos de “urbanización con fines de conservación”.