Piden ayuda a la población para encontrar a Dennys Aime de 2 años; desapareció en Veracruz

La desaparición de una niña de 2 años en Veracruz ha activado una Alerta Amber, y las autoridades están solicitando la colaboración de la ciudadanía.

La pequeña desaparecida es Dennys Aime García Fabela. Tiene una estatura de 99 centímetros, piel clara, cabello largo y rizado de color negro. Además, sus ojos son café claro, su rostro es ovalado, su nariz es chata y tiene una boca pequeña.

De acuerdo con el reporte oficial, la niña fue vista por última vez el 31 de enero, pero la denuncia sobre su desaparición fue presentada este martes 11 de marzo en Veracruz. Se teme por su integridad, ya que podría estar siendo víctima de algún delito.

Cualquier persona que tenga información que ayude a dar con su paradero debe comunicarse de inmediato al 911 o al número 800 890 72 88.

La niña fue vista por última vez el 31 de enero

Las autoridades mexicanas proporcionan diversas recomendaciones para prevenir la desaparición de niños y garantizar su seguridad. Aquí te dejo algunas de las principales sugerencias:

Los niños deben ser vigilados de cerca, especialmente en lugares públicos o concurridos, como centros comerciales, parques o eventos. Evitar que jueguen sin la supervisión de un adulto.

 Es importante enseñar a los niños a identificar situaciones de riesgo y cómo reaccionar en caso de encontrarse con extraños. Explicarles qué hacer si se sienten inseguros o si alguien intenta llevárselos.En lugares concurridos, asignar un punto de encuentro previamente acordado. En caso de separación, los niños sabrán dónde dirigirse para encontrar a un adulto.

Es recomendable que los niños lleven alguna forma de identificación, como una pulsera o tarjeta con su nombre, número de teléfono y, si es posible, una dirección.

Asegurarse de que los niños solo interactúen con personas de confianza. Si el niño va a estar bajo el cuidado de otra persona, verificar que se trata de una persona conocida y segura.

Enseñar a los niños a no conversar ni aceptar ofertas de desconocidos, incluso si se les ofrece algo como un dulce o un juguete.