Ante los índices de delincuencia urge coordinar esfuerzos en todos los niveles de gobierno, al margen de siglas partidistas, para preservar la paz social, aseveró Angelo Mattiello Guerrero, presidente regional para Veracruz, Boca del Río, Medellín y Alvarado, de la Asociación Nacional de Consejos de Participación Cívica.
Lamentó que ni siquiera la pandemia del coronavirus haya contribuido a frenar a quienes viven fuera de la ley y que los 3 primeros trimestres del año, con todo y el confinamiento de muchos mexicanos responsables, los delitos se hayan mantenido en un índice preocupante.
Recordó que en el estado de Veracruz, pese al aislamiento, de enero a septiembre del 2020 el robo en casa-habitación se incrementó en 45.1 por ciento, y los municipios más afectados fueron Xalapa, Veracruz y Coatzacoalcos, en ese orden, según el Informe de Incidencia Delictiva del Fuero Común Municipal del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Es una voz de alerta porque durante la pandemia, quienes viven fuera de la ley no se confinan en casa; por el contrario, siguen tanto o más activos y aprovechan cualquier oportunidad cuando perciben que los habitantes de una vivienda andan fuera, dijo.
“Por eso, sin importar colores se debe actuar de inmediato por el bien de los ciudadanos veracruzanos; vamos a trabajar en conjunto para crear una gran alianza entre ciudadanía, empresariado y gobierno; es la única forma en que se puede resolver verdaderamente el problema de la inseguridad”, aseveró Mattiello Guerrero.
EQUILIBRIO
En cuanto a la apertura de negocios cuyos propietarios acusan pérdidas ante la falta de clientela, el representante regional de la Asociación Nacional de Consejos de Participación Cívica destacó que debe haber un equilibrio entre esa postura y la de quienes advierten riesgo de contagios.
Admitió que reabrir el centro histórico de Veracruz como estaba antes de la pandemia del coronavirus es difícil en este momento, pero entendió que los comerciantes necesitan vender para sobrevivir y cumplir sus compromisos con proveedores y empleados.
No obstante, reconoció que una apertura indiscriminada pondría en peligro a la propia clientela si no se hace de manera planificada, ordenada y apegada a las medidas sanitarias como el uso de cubrebocas, de gel antibacterial y con la sana distancia entre personas.
No hacerlo de esa manera dispararía los contagios y sus consecuencias, sobre todo con el inminente rebrote o segunda oleada que se advierte en el mundo y que ya se ve en otros países, alertó Mattiello Guerrero.
Cabe señalar que la polémica surgió después de que en redes sociales han subido imágenes de personas aparentemente en estado inconveniente, amontonadas en bares del centro histórico de Veracruz, sin cubrebocas ni ningún tipo de protección, al igual que ocurría en meses anteriores en congregaciones de municipios vecinos de Veracruz.
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