Pedro Santos Morales, compatriota originario de Veracruz, es uno de los primeros migrantes deportados bajo las nuevas políticas implementadas al inicio de la nueva administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Fue así que después de trabajar por más de 26 años en Texas, Pedro fue detenido y regresado a México, borrando en un instante toda una vida construida al otro lado de la frontera.
Pedro fue arrestado hace tres meses en Dallas, cuando se dirigía a su trabajo en un restaurante. Tras un proceso rápido, fue deportado junto con otros 14 mexicanos a través de la garita de Ciudad Acuña, Coahuila.
A su regreso a territorio nacional, Pedro sólo contaba con una copia de su acta de nacimiento, ya que tuvo que dejar todas sus pertenencias en Estados Unidos.
En una entrevista con medios de comunicación, Pedro expresó el impacto emocional de su deportación:
"Ahí se deja todo, ya no es de uno (...) Así como te agarran, vas pa´ juera (...) Nunca pensamos eso de que nos van a agarrar", compartió con resignación.
No obstante las pérdidas materiales, para Pedro una de las partes más difíciles de este proceso fue separarse de su familia. Su esposa y sus dos hijas, de 12 y 11 años, permanecen en Dallas, enfrentando la incertidumbre de su futuro sin él.
Mientras tanto, Pedro ha decidido regresar a su estado natal, Veracruz, para comenzar de nuevo al lado de sus paisanos y buscar una nueva forma de sostenerse en este difícil episodio de su vida.
Antes de partir hacia Veracruz y haciendo gala de esa particular forma de ver las cosas que tienen los jarochos, Pedro envió un mensaje a su familia que lo espera en su tierra natal: "Ya vamos para allá, que estén listos los tamales", tratando de mantener el ánimo a pesar de las desalentadoras circunstancias.
La deportación de Pedro ocurrió tras la firma de una polémica orden ejecutiva del expresidente Donald Trump, la cual estableció medidas estrictas para repatriar a migrantes en situación irregular y restringir las posibilidades legales de permanecer en territorio estadounidense.
Esta acción marcó el inicio de una serie de deportaciones que afectaron a miles de familias, muchas de las cuales enfrentan procesos de separación y desarraigo similares al de Pedro.
En Ciudad Acuña, Coahuila, Pedro recibió una carta de repatriación y un descuento para el autobús que lo llevaría de vuelta a Veracruz. Ahora, su meta es reiniciar su vida y encontrar nuevas oportunidades, aunque reconoce que enfrentará retos importantes tras haber pasado tantos años fuera del país.
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