Pasado de corrupción afecta al PRI, solo en coalición podría competir: Sauri Riancho

El pasado de Javier Duarte y todo aquello que represente corrupción, dijo Dulce María Sauri Riancho, diputada federal y vicepresidenta de la Cámara de Diputados, seguirá afectando al PRI, sin embargo, aseguró que son situaciones, que como cualquier otra, tienen que trascender.

"Yo creo que en general todo aquello que represente imagen de corrupción del pasado afecta, pero no podemos quedarnos anclados en el pasado aun cuando lo tengamos como referente y lo digo en general no solo para los priístas porque tenemos que trascender y seguir adelante", puntualizó.

A su llegada al puerto de Veracruz, Sauri Riancho, reconoció que la única forma en la que el Partido Revolucionario Institucional puede alcanzar la presidencia de la República Mexicana es con una coalición que represente una opción buena y distinta.

"A mí me queda claro que la única manera el triunfo electoral en el 2024 es mediante una gran coalición electoral que tenga como eje un gobierno de coalición, es decir, que a la sociedad se le presente una opción o proyecto distinto."

Aunque dijo que no buscará la presidencia del comité nacional del partido debido a que ya fue, invitó a sus compañeros y demás integrantes a respetar los acuerdos del PRI, pues subrayó el interés común se basa en que el partido salga adelante en las siguientes elecciones.

"Los acuerdos fundamentales, en el PRI o en cualquier organización política, están regidos por nuestras normas internas. El respeto a las normas internas, a la pluralidad es fundamental para construir acuerdos y estoy segura que al final de cuentas el interés en común que tenemos las y los priístas es que el PRI salga adelante en las próximas elecciones, tanto en el Estado de México como en Coahuila.

"Yo he levantado la voz y lo seguiré haciendo para que tengamos respeto a nuestras normas internas. Me parece que cuando hemos sido oposición es lo que nos ha salvado", aseveró.

Finalmente, Dulce María Sauri Riancho declaró que el plan B de la reforma electoral es un riesgo serio y grave para la democracia, pues explicó que si bien la democracia no garantiza la elección de las y los más buenos, si garantizaría no quitar de encima a los malos.