Qué onda mis cuates jarochos! Qué gusto saludarlos en este mes de la Revolución Mexicana. Pero qué coraje me da toparme en mis correrías con situaciones que desentonan con los esfuerzos de quienes quieren una ciudad más bonita, más ordenada, más limpia.
Fíjense que el domingo daba un paseo relajante y mis pasos me llevaron a la unidad habitacional El Coyol, por la calle J.B. Lobos, y al llegar al parque conocido en la zona como El Hoyo -no sé si tiene nombre o no- me detuve bajo sus inmensos árboles a disfrutar un momento de sombra refrescante bajo el trinar de los pájaros.
Al final caminé rumbo a la colonia Las Caballerizas y al rodear ese espacio al que los chavos acuden a echar su ´cascarita´, que me encuentro con cúmulos de hojarasca y entre cúmulo y cúmulo de hojas secas, que veo montículos de basura, no demasiada, pero nada tenía que hacer en ese espacio para el sano entretenimiento de niños y jóvenes.
Y como las lluvias recientes hicieron crecer el zacate, pues bien que oculta la basura que a algún vecino muy fregón se le hizo muy fácil arrumbar ahí donde supuso que nadie la vería...
Pues El Justiciero sí la vio!!!
Vecinos de El Hoyo, no hay que ser, ya ni la amuelan. Tan chido que está ese espacio para jugar, hacer ejercicio, echar la cascarita y hasta noviar, sólo noviar, y ahí vienen otros a echar su cochinero. No se vale!!!
Y a unos pasos de una Escuela Telesecundaria que está frente al área verde.
En fin, mis cuates, me voy a seguir con mis andanzas.
Ustedes pórtense bien y nada de tirar basura, así sea el zacate podado.
Se despide su amigo El Justiciero.
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