Los panteones de la ciudad de Veracruz lucieron vacíos durante el Día de Muertos por las medidas sanitarias adoptadas ante la pandemia del coronavirus.
En un hecho inédito, la gente no pudo acudir al camposanto a visitar a sus difuntos a pesar de tratarse de una de las tradiciones más arraigadas de los mexicanos.
A diferencia de otros años no hubo mariachis, personas comiendo al interior de los cementerios, ni venta de flores en el exterior, o fue mínima de acuerdo al panteón.
Y es que en el caso de los municipios de Veracruz y Boca del Río el semáforo epidemiológico obligó al cierre de estos espacios para prevenir aglomeraciones y reducir la probabilidad de contagios de coronavirus.
La pandemia ocasionó que los comerciantes de flores tuvieran su peor momento desde que se dedican a esta actividad, según comentaron, porque la gente no llegó.
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