La pandemia del coronavirus no frena a los delincuentes del mar, y la costa de los estados de Tabasco y Campeche sigue siendo escenario de robos que a veces hacen pensar más que en simples atracos, alertó Enrique Lozano Díaz, inspector de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte.
Dijo que según información oficial de Petróleos emitida a solicitudes a canales oficiales, en el año 2020 esa institución registró en total 31 incidentes de robo, atentado, vandalismo o daño patrimonial en la zona de plataformas en la Sonda de Campeche.
Más aún, que durante ese año los incidentes de concentraron en esa zona del Golfo de México.
Lo curioso es que no necesariamente el botín es el dinero de la tripulación ni objetos de muy alto valor económico, sino partes de la infraestructura que podrían no ser muy lucrativas en términos económicos, subrayó.
Cabe señalar que muchos robos son de bombas y productos que no tienen gran valor económico, lo que hace pensar en la posibilidad de que el móvil sea sabotaje, como ha ocurrido en la costa de Tabasco.
Se ha sabido que el “botín” suele ser por ejemplo, una bomba haskel del tablero de control y seguridad de pozos; una bomba Check Point del sistema de inyección inhibidor de corrosión; desmantelamiento del banco de batería de un medidor multifásico, entre otros productos.
VIDAS HUMANAS
Lozano Díaz hizo hincapié en que al margen del costo económico que representa el daño patrimonial por piezas hurtadas, no se debe perder de vista el peligro que corren las vidas del personal tanto nacional como extranjero que trabaja en las plataformas.
Eso hace pensar en la necesidad de mayor seguridad in situ, es decir en cada plataforma y no a varias millas náuticas de distancia, pues el tiempo que se requiere para trasladarse desde donde está una patrulla marítima que recibe el reporte hasta el lugar del delito es vital y hace la diferencia entre la vida o la muerte.
Recalcó que la problemática no es nueva y se ha hecho saber a través de los distintos canales, incluidos los medios masivos de comunicación, y persiste con todo y la pandemia del Covid-19, que no ha sido capa z de ahuyentar a los piratas del siglo 21 en su afán por asaltar a los trabajadores de las plataformas petroleras.
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