Las personas que buscan el voto ciudadano para ser legisladores no tienen que prometer ni ofrecer nada, sino comprometerse a trabajar por la ciudadanía, y ésta no tiene que esperar lo que no es competencia de aquéllos, aseveró Carlos Briseño Arch, obispo de la Diócesis de Veracruz.
En entrevista en la Catedral de Veracruz el clérigo aseveró que el ciudadano debería tener un criterio y sentido común sobre las competencias de un diputado o legislador, entre las cuales no figuran las dádivas.
"Para comenzar, ningún candidato es Santa Clos, no nos van a dar lo que nosotros queramos y como nosotros queramos y todo va a ser muy fácil, no.
"El mundo está difícil, hay que echarle, hay que chambear, hay que lucharle y más que estar pensando en lo que me va a dar éste o el otro candidato, tenemos que pensar en que sean candidatos que realmente busquen servir a la ciudadanía, no servirse de la ciudadanía", puntualizó Briseño Arch.
Lo que sí debería hacer el ciudadano es exigir a quienes andan en pos del voto que trabajen por la comunidad.
"Que verdaderamente deseen ser servidores de la nación, no saqueadores de la nación. Ése es el punto, es fundamental, y si verdaderamente vemos honestidad, vemos trabajo, vemos entrega en ellos, pues adelante, yo creo que es lo que queremos todos, porque al final de cuentas nosotros damos nuestros impuestos, ellos no nos están regalando nada, ellos no son los que tienen, lo que nos dan es lo que nosotros damos al gobierno, pagando nuestros impuestos", recalcó el obispo de la Diócesis de Veracruz.
Hizo hincapié en que ningún político viene a dar nada, sino a trabajar y administrar bien el patrimonio público, y exhortó a los ciudadanos a no perder de vista eso.
"Entonces yo creo que eso de pensar que ellos son los que van a dar, tenemos que quitarnos de la cabeza esa idea", recalcó el obispo Briseño Arch.
ECLIPSE
El clérigo se refirió al eclipse esperado para este lunes 8 de abril y llamó a no sacar de contexto a lo que es un fenómeno natural, ajeno a temas de la fe.
"Dios no viene a castigarnos, eso de que inmediatamente empiecen a pensar en castigos, al contrario; son acontecimientos del universo, que se dan, acontecimientos extraordinarios, y tenemos que vivirlos de esa manera, como una realidad.
"No hay algo de castigos, de maldición, ese tipo de cosas no vienen de Dios; Dios vino precisamente a darnos un mensaje de amor: hoy se nos habla de la reconciliación en un mundo donde vivimos mucha negatividad a nuestro alrededor, siempre hemos tenido negatividad, pero por la misma naturaleza pecaminosa del hombre", puntualizó el obispo de la Diócesis de Veracruz.
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