El obispo de la Diócesis de Veracruz, Carlos Briseño Arch, aseveró que estos tiempos difíciles de la pandemia del Covid son momentos para consolar a quienes están de luto y para ser mejores hijos.
En su mensaje de Navidad expresó que esta es la ocasión propicia para que el hombre esté consciente de su vulnerabilidad y asimile la proximidad de Dios.
"Estos tiempos difíciles que hemos vivido por la pandemia son una prueba irrefutable de su solidaridad radical con quien sufre, Dios está mucho más cerca de lo que suponemos, en especial cuando llevamos su cruz. En el Niño Jesús que nos nace, Dios se ha desposado con nuestra humanidad para vivir con nosotros en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad. Dios se hizo hombre, de carne y hueso para siempre. No hay quien sufra, sin que Cristo sufra con él", expresó Briseño Arch.
Resaltó que este tiempo de Navidad es ocasión para consolar a quienes aún lloran la pérdida de sus seres queridos, ya sea por la pandemia o por cualquier otra desafortunada situación, y a salir fortalecido.
"Dios no nos quiere quitar nada. Dios quiere darnos todo lo que nos ayude a crecer, a ser mejor, a ser más hijos de su hijo", recalcó el obispo de Veracruz.
A unos días de que llegue la navidad, el obispo resaltó que entre tantos momentos de sequedad, también es ocasión para que resuene la esperanza de una Noche Buena, Noche de Paz.
"Dios está presente, aunque escondido en la carne humana, porque ha hecho un compromiso con todos hasta la eternidad", expresó Briseño Arch.
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