Hace 20 años Noemí enfermó del alma, su sufrimiento era tal que llegó a pensar en acabar con su vida, ese pensamiento la espantó, entonces decidió pedir ayuda, pues ya no podía más, fue cuando llegó al Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos, donde le ayudaron a sanar.
“La neurosis es una enfermedad del alma, una enfermedad de emociones que no podemos controlar y llega un momento de nuestra vida en la que nuestras emociones nos rebasan. En mi caso llegué a la agrupación buscando ayuda porque caí en una fuerte depresión”, admitió.
Recordó que en ese tiempo tenía muchos problemas con su esposo.
“En ese momento yo sentía muchos celos, unos celos incontrolables, yo luchaba por no sentirlos, pero me rebasaban eso provocaba que peleara con mi esposo, poco a poco quedé en depresión, me di cuenta de que mi esposo tenía otra relación y una hija con esa persona y para mí él era todo, mi mundo giraba en él”, manifestó.
Al darse cuenta de ello, cayó en depresión, perdió el interés por la vida, incluso por sus hijos.
“Cuando uno está en depresión no le importa a uno nada, incluyendo los hijos y eso fue aumentando hasta que tuve pensamientos de suicidio y eso me hizo reaccionar, me espantó y pedí ayuda”, admitió.
“Mi esposo me decía que pidiera ayuda, pero yo no lo aceptaba, yo pensaba que él estaba mal, pero esos pensamientos suicidas me hicieron buscar ayuda y fue así como llegué a este grupo”, agregó.
Dijo que desde hace más de 20 años que pertenece a esta agrupación sus hijos dejaron de ver a una mamá deprimida.
“A través de ir practicando el programa empecé a sentir la alegría de vivir, estar en comunión con mi esposo, nuestra relación empezó a cambiar a partir de que me di cuenta de que había cosas que yo necesitaba cambiar para estar bien”, expresó.
Reconoció que cuando ya no se puede más con el sufrimiento es cuando nace la necesidad de pedir ayuda.
“Ahí es cuando yo me di cuenta de que tenía opciones para seguir adelante, aquí aprendemos a conocernos. Cuando yo llegué no me dijeron que era una neurótica, sino que a través de asistir a las sesiones, cuando vas escuchando a las personas hablar te vas dando cuenta que tienes o no la enfermedad, te identificas con las situaciones”, manifestó.
“Definitivamente el primer paso para recuperarse de la neurosis es aceptar que necesita uno la ayuda, eso es lo más importante de todo y después nos damos cuenta de que todo está generado por un egoísmo y cuando combatimos este egoísmo es cuando empezamos a sentirnos bien y empezamos a vivir otros pasos, como llevar el mensaje a otras personas”, subrayó.
“Para mí venir cada día es una oportunidad de seguir viviendo una nueva vida”, concluyó.
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