Ante la creciente brecha entre quienes más tienen y los más vulnerables sí debe haber participación del gobierno, no paternalista sino para impulsar el desarrollo, aseveró Angelo Mattiello Guerrero, presidente de la Asociación Nacional de Consejos de Participación Cívica en la zona Veracruz, Boca del Río, Medellín y Alvarado.
Cuando mejora la capacidad económica en algún segmento de la sociedad, ese beneficio no permea a los más vulnerables pero impacta en los precios para todos, ricos y pobres, y son estos últimos los más perjudicados porque cada vez les resulta más difícil acceder a los productos básicos, explicó.
Es una inflación por el aumento en el consumo, que hace cada vez más inaccesible la adquisición de insumos básicos y empobrece más a quienes ya carecían de lo elemental.
Y aunque se suele decir que es preferible enseñar a pescar que regalar el pescado, la realidad no es tan simple y quiérase o no, en algún momento sí se debe auxiliar a los sectores más desprotegidos y darles las herramientas para que sean capaces de seguir navegando ya solos, dijo.
“Mi opinión es que a veces es más fácil aprender a pescar con la panza llena. Se requiere ese pescado, se requiere el apoyo de la gente que en este momento no tiene posibilidad de salir adelante por sí misma, pero sí, enseñarlos, darles la oportunidad, emparejar el piso y darles equidad de oportunidades para que todos tengan la oportunidad de participar en el crecimiento económico de Veracruz y en la riqueza que se está generando a través de la inversión en la ampliación del puerto, que tantos beneficios ha traído a la ciudad y que probablemente seguirá trayendo beneficios a largo plazo en este puerto”, aseveró Mattiello Guerrero.
Lamentó la desigualdad en municipios y sus inmediaciones, el contraste entre zonas con desarrollo y servicios públicos pero a la vez, periferias subdesarrolladas, sin servicios básicos como el agua potable, alcantarillado, pavimentación y alumbrado público.
“Veracruz va a crecer y a seguir siendo punta de lanza en el desarrollo del Golfo, pero que se cubran las necesidades de toda la población, no sólo de los que viven cerca del puerto o de los que ya están en la mancha urbana, dar los servicios a todos. De otro modo, la marginación genera inseguridad y pocas oportunidades de desarrollo, subrayó.
Resaltó que las autoridades deben rescatar los espacios públicos, las colonias, los parques, las calles, e involucrar a los habitantes en esa tarea, para que se sientan comprometidos con su espacio y no sean meros vecinos pasivos, sino que cuiden su zona y a sí mismos.
Recalcó que ésa es quizá la tarea más importante para los habitantes de un municipio: asumirse como dueños de su colonia y de su ciudad, para comprometerse y exigir derechos como la obra pública y social.
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