Dejan montaña de escombro en la colonia Revolución, en Boca del Río

Que tal, banda jarocha. Aquí nuevamente trayéndoles un caso más que nos llega a la línea de la justicia, pues ya saben que está disponible las 24 horas del día, los 365 días del año.

Ya no me andaré con rodeos y me voy de volada con la denuncia. Resulta que para no desentonar con los juegos de la feria, en la colonia Revolución, en Boca del Río, hay una montaña, pero no es digna de pertenecer a la feria, ya que es una montaña de escombro, de material de pavimentación que estorba al transeúnte cuando camina por ahí.

Esta montaña de escombro la dejaron sobre la calle 8 esquina Sahagún de la colonia Revolución, en el municipio boqueño cómo les mencioné anteriormente; mis amigos se tienen que bajar de la banqueta, pues está en la mera esquina.

Supuestamente es producto de una obra que personal de la empresa encargada de las obras públicas en el municipio realizó hace tiempo, dejando abandonado lo que ya no se quisieron llevar.

Mis cuates de la Revolución denuncian que ya lleva mucho tiempo esa montaña, solamente la acordonaron con una malla de plástico que ya ni cubre en su totalidad al asfalto amontonado.

Hay que dejar en claro que la calle 8 es una avenida muy concurrida por vehículos particulares y por tres rutas diferentes de transporte urbano, lo que hace más peligroso aún que este ese material ahí, pues además de hacer que mis amigos se tengan que bajar de la banqueta, los conductores pueden sufrir algún percance, ya que los escombros invaden parte de la calle.

No lo podía creer, así que tuve que ir a corroborarlo con estos ojos que se comerán los gusanos en varios años.

De hecho, casi me pasan a llevar y gratis hasta quien sabe dónde, nada más por bajarme de la banqueta y seguir avanzando en mi camino.

Yo hago el llamado a las autoridades correspondientes para que quiten esos desechos de asfalto que solo estorba y le da una mala imagen a la colonia Revolución; mis justicieros de allá estarán muy agradecidos.

Me despido por esta ocasión, no sin antes recordarles que siempre estoy pendiente de sus reportes, no importa si son de extremo a extremo, nuestra conurbación tiene que estar bonita. Se me cuidan, banda. ¡Chao!